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Lucho ancestral y la llegada de los ovnis

Es de conocimiento público que la fe en Lucho crece y crece, como la inflación, aunque entes escleciásticos, como el indec, nieguen su existencia. La fe en Lucho es milenaria. Tal es así, que estamos en presencia de una reencarnación luchiana de la décima generación. Es por ello que podemos afirmar con absoluta tranquilidad que Nuestro Señor Lucho es de décima. Lucho es un ser que no tiene edad y su origen, su vida y sus milagros no tienen explicación lógica. Sólo el dogma lo explica y no admite prueba en contrario. Lucho es milagroso y punto.
Los orígenes de la fe luchiana se remontan a épocas precolombinas. Lucho era el Dios de los manyachingones, oriundos de las sierras cordobesas, lugar frecuentado por los ovnis y los porteños. Antes de la existencia de estos últimos, antes de la llegada de la invasión española, incluso antes de la invasión inca, Lucho paseabase por los valles serranos, bañabase en los arroyos y ríos cordobeses. Lucho era el cacique. Y como todo cacique, Lucho tenía lo que quería y si no lo tenía, se lo procuraba a la fuerza. Lucho se enamoró de la princesa Moria de la tribu vecina, los sanabiromes, popularmente conocidos como curalapiceras. Concretar esa alianza no era algo deseado por ninguno de los pueblos. Los manyachingones odiaban a las sanabiromes desde que aprendieron a escribir en tinta, cuando ellos aun dejaban estampadas las palmas de sus manos por el cerro colorado. El pueblo se opuso. Los sanabiromes, orgullosos, tampoco aceptaron la unión y estalló la guerra. Lucho había sucumbido a los encantos de Moria, y empecinado por defender su amor, propúsole hacerse una escapita a unas cabañas cerca del mítico Cerro Uritorco. Escaparon una noche, clandestinamente.
Pero Lucho no sabía que Moria tenía un pacto secreto para acabar con su  poder. Los confabuladores los sorprendieron en paños menores (¿qué será menor a un taparrabos?) y así Lucho, Nuestro Señor supo de la traición. Intentó huir, desesperado, y adentrose en la oscura espesura del cerro. Esa noche no había luna, la oscuridad lo envolvía, no veía nada y Lucho trastabilló. Cayó en un precipicio que parecía no tener fin. Cayó, cayó y siguió cayendo. Cayó en la cuenta de que lo había perdido todo. Pero nunca terminó de caer. Un aura luminosa lo envolvió y se lo llevó lejos. Lucho había sido rescatado. Seres superiores tenían un plan y un destino para Lucho, Nuestro Señor. Volvió a tierras de manyachingones como su Dios. La fe luchiana hubiera sido difundida desde aquellos ancestrales tiempos, si no fuera que a los manyachingones se les dio por suicidarse en masa porque nunca pudieron competir con los sanabiromes en el sublime arte de la escritura.  Pero ese es otro capítulo que escapa de este evangelio.
Lucho supo entonces, que la humanidad es un experimento genético de los seres superiores, el segundo después de haber hecho lo propio en Marte, y que la humanidad tiene los milenios contados. Dos y monedas, para ser más exactos. Sin embargo Lucho no está dispuesto a rendirse porque falte un tiempito para que se nos acabe esta fiesta para algunos pocos. Lucho, Nuestro Señor, deambulando por los pasillos de los altísimos ovnis donde moran las eminencias, escuchó de unos de ellos que quizás al planeta Tierra lo salvan, porque el experimento está un poquito mejor que el del planeta rojo. Lucho se aferra a la creencia que nos vamos a salvar y nosostros nos aferramos a Lucho. Es por ello hermano mío, que debes escuchar lo que te digo. Lucho nos enseña que vamos a tener que sobrevivir un año  guarecidos de las inclemencias climáticas a la que se verá sometido nuestro redondo hogar, porque se viene la limpieza de las resacas del experimento genético que se llevará a cabo en el 2012. Compra alimento no perecedero con fecha de vencimiento posterior al 2013 y serás salvado. Aprovisiónate ya llamando al 0600-salvamelucho y Lucho te mandará sardina a sólo €10 la latita.  Apresúrate hermano, que se nos acaba.




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Mandá Miento al 2020 [o de cómo nacieron los Mandamientos Luchísticos] [Reloaded]

Una tarde de febrero, desconociendo el impulso que lo guiaba, Modesto subió el cerro Uritorco. Creía que una fuerza alienígena lo atraía hacia la cima. Nunca imaginó que se trataba de un ser celestial. Cuando terminó de ascender, asomose detrás de un arbusto un hombre de cabellos dorados que rozaban sus hombros al ritmo de la suave brisa que lo acariciaba. Modesto, estupefacto, con cara de imbécil, quedose callado. El hombre de dorados cabellos y figura esbelta tiró la colilla del cigarrillo que acababa de fumar y acercose a él:
- He estado esperándote Modesto. Tengo un encargo para tí - Dijole Lucho.
Asombrado de que aquel extraño supiera su nombre, Modesto no pudo más que asentir con la cabeza, mientras aguardaba las instrucciones.
El arbusto que Lucho dejó atrás, empezó a prenderse fuego. Minutos después Modesto descendía el cerro corriendo y luchando por su vida.
Una multitud reunida observaba el accionar de los bomberos. Modesto subiose al coche bomba y relató lo sucedido. Y Lucho dijome - anunció:

- No tendrás otros dioses delante de mí, ni atrás tampoco.
- No te harás ningún tatuaje que no sea mi nombre
- No pronunciarás el nombre de Lucho en vano
- Acuerdate del día sábado para salir de joda.
- Honra a tu padre y a tu madre para que te dejen la herencia.
- No cometerás adulterio si nunca te casas.
- No robarás sin llevar pa' las casas.
- No darás falso testimonio sin cruzar los dedos por atrás.
- No codiciarás la casa del country de tu prójimo, la mujer de tu prójimo, la impunidad, la
camioneta 4x4, el perro labrador, la empleada doméstica y demás posesiones de tu prójimo.
- No matarás sin un buen motivo.

Sin embargo Modesto nunca cumplió con la palabra de Lucho y tampoco se dedicó a difundirla adecuadamente. Abriose un local en la calle techada de Capilla del Monte, donde cobraba un entrada para contarle a los turistas y transeúntes los misteriosos hechos que sucedieron aquel febrero, pero cada vez que narraba cambiaba su versión, y por fallas de su memoria o caprichos ocultos, nunca decía la lista correctamente, olvidando algunas de sus prescripciones o haciendo combinaciones extrañas tales:
- No matarás en vano.
- No codiciariás la casa de tu prójimo sin un buen motivo.
- Acuerdate del sábado para cometer adulterio.

Modesto sintió un segundo llamado al cerro Uritorco. Lucho lo esperaba, sentado en un roca, tomando cerveza.
- Has desobedecido Modesto. Tendrás un castigo. Pero antes voy a escribirte la lista para que no te olvides ni te confundas - dijole Lucho. En silencio escribió dos papeluchos post it color amarillo, como sus cabellos, que contenía lo que denominó "la ley" :

- No te arrodillarás delante de otro Lucho.
- No te fabricarás dioses de cotillón.
- Observarás la fiesta de la vendimia.
- Durante 6 días trabajarás y el séptimo día estarás a mi disposición.
- Celebrarás las fiesta de creamfield, la navidad apócrifa, la navilucha y año nuevo.
- Tres veces al año haras limpieza general en tu casa y en la mía.
- No ofrecerás cerveza caliente ni mate dulce a nadie.
- No quedará para el día siguiente lo que pudiste comer hoy.
- Llevarás a mi casa tus mejores sueldos.
- No harás un asado sin invitarme.

Modesto tomó los papeluchos y comenzó el descenso. A los minutos volvió a por una copia porque se le habían volado. Afortunamente Lucho todavía estaba en la cima, empinando el codo. Esta vez Modesto guardó "la nueva ley" en el bolsillo y dirigiose a la imprenta del pueblo para hacer unos panfletos.
La transpiración de Modesto había hecho ilegible parte del contenido de los papeluchos. Temeroso de recibir otro castigo además del que le había sido anunciado pero no revelado, Modesto apeló a su memoria.
Desconocemos si Lucho cambió de opinión y no intervino en la impresión de los mandamientos, o si nunca se enteró de lo que escribió por exceso de alcohol en la sangre, o hubo un error de imprenta y nunca una fe de erratas. Hasta ahora los definitivos diez mandamientos que dejó Oh Lucho, nuestro señor, son los siguientes:

1. Amarás a Lucho por sobre todas las luchas.
2. No leerás el blog de Lucho en vano.
3. Santificarás las fiestas, partuzas y asados. Invitarás a Lucho
4. Honrarás a tu padre y a tu madre para que te dejen la herencia. El 50% de lo heredado será para Lucho.
5. No matarás salvo que sea absolutamente necesario. [No es absolutamente necesario cuando te miran mal o te dicen algo que no te gusta]
6. No cometerás actos impuros sin filmarlos y sin la participación de Lucho.
7. No robarás a Lucho. El 70 % de lo que robes se lo darás a Lucho.
8. No darás falso testimonio ni mentirás sobre Lucho.
9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros sin contarle a Lucho.
10. No codiciarás los bienes de Lucho.

Modesto recibió el castigo de su primer falta. Fue conminado a realizar trabajos forzosos: durante un año tuvo que realizarle la pedicuría a Lucho y depilarle la espalda con una pincita.


Cualquier parecido con alguna religión es pura coincidencia
.



Los Expedientes Secretos XXX

Encontrábase Lucho, meditando en tanto intentaba darse un baño reparador en el hidromasaje natural de su posada, rogando que la lluvia llegara porque la cascada no le hacía ni cosquillas, decidiose por emprender otro proyecto, ya que a causa de la sequía los clientes no iban.
Subiose a su camioneta 4x4 y dirigiose al cerro Uritorco, siguiendo un llamado interno que lo guiaba hacia esos parajes remotos. Anochecía en el momento en que adentróse en los montes, abriéndose camino machete en mano, iluminando con una linterna su andar. Llevaba una mochila al hombro con sus cosas más valiosas: el libro de cabecera y un juego de magia que se había birlado comprado hace poco. Súbitamente la linterna, con pilas recién recargadas, apagose, para el susto de Lucho. Maldijo en voz baja, mientras sacaba su juego de magia. Tomó una varita y dijo “Lumus”. Pero nada pasó. “Maldito Harry Potter”, pensó. “Hágase la luz”, gritó a los cielos, y la linterna encendiose. Y apagose. Y encendiose otra vez. Y apagose luego. Intermitentemente. Hasta que quedose prendida y Lucho pudo avanzar hasta la cima, convencido de que su magia había resultado. Tirose en el pasto y cerró los ojos. Cuando los abrió, estupefacto descubrió que no estaba solo. Unos seres extraños y verdosos lo rodeaban. Lucho incorporose y díjoles: “les traigo paz”, y manoteó la mochila para sacar el sombrero de mago, rogando que le saliese el truco de la paloma blanca. Concentrose, y apuntando la varita al sombrero lanzó un “avada kedavra” y el sombrero explotó. ¡Maldita J.K.!, me confundí otra vez, ¡cómo le va a poner a un hechizo mortal un nombre tan parecido al inofensivo abracadabra!, será de Lucho – rezongaba Lucho ante la mirada atónita de los alienígenas. Uno de los seres verdes, impacientemente díjole:
- No buscamos paz, queremos sus expedientes secretos.
Lucho vaciló un momento. ¿Cómo sabían estos seres que él había acumulado información durante años y recopilado datos a fuerza de incalculables coimas esfuerzos, que conocía la verdad sobre la muerte de Jimmy Hoffa, la conspiración para la muerte de J.F. Kennedy, la desaparición de los Mayas, quién se robó las manos de Perón [y por qué había llegado una a su casa], el celular de Yabrán y su paradero actual, y otros misterios? Con su mejor cara de pánfilo, hízose el desentendido:
- ¿De qué estás hablando, Willis? ¿Te puedo llamar Willis?
- Hablo de sus expendientes, esos que tiene escondidos debajo del falso fondo de su baúl de recuerdos.
- Aaaaaaah, esos expedientes. Uff. Pensé que me preguntabas por los X. ¿Y los XXX para qué los querés, picarón? – pregúntole aliviado Lucho, a la vez que guiñabale un ojo. ¿Y cómo me encontraron? – agregó.
- Telepáticamente lo trajimos hasta aquí. Intentamos comunicarnos con su celular cuando estábamos por aterrizar la nave nodriza, para decirle que nos espere, porque nos comimos un bache interestelar, pero usted no tenía señal. Luego le enviamos un mensaje en código morse a través de su linterna para ponerlo sobre aviso.
- ¿Código qué? ¿Están escribiendo la secuela del Código Lucho? Eso lo hablan con Dan. Lo que no entiendo aun es cómo saben de mis expedientes secretos xxx, ¿eh?
- Recibimos información de su planeta, pero al principio sólo pudimos decodificar un canal de televisión y era todo lo que pudimos aprender de ustedes durante muchos años.
- ¿No será TN, no? Sería muy mala suerte.
- Venus. Fascinante cultura, pero nos costó mucho aprender el idioma porque no son muy comunicativos. Aunque usted habla bastante – díjole sorprendido Willis.
- Si vinieron a buscarme porque tengo un decodificador trucho para Venus, se los doy muchachos, pero no me corten el cable.
- Queremos sus expendientes. Pudimos captar precariamente la señal de Lucho Te Ve y al conocer de su grandeza quisimos hacer contacto,  entonces logramos entrar a su computadora y comprobar que usted también tiene cantidad de documentales como los que trasmite Venus, pero con una calidad menor, artesanal. Usted es un poeta. Usted es nuestro Guía. Queremos eso que esconde de los ojos de Moria, eso que llama su colección de revistas porno. Queremos los afiches que guarda de Jésica Cirio.
- Je, "documentales". Si se entera Moria me mata, Willis, así que chitón boca ¿estamos? Ok, verdolaga, negociemos. Vos me dejas algo del espacio exterior, alguna tecnología para vender investigar, no le dicen ni una palabra a Moria, y yo te doy todos mis expedientes secretos xxx, los videítos caseros, más los que filmé clandestinamente con consentimiento, en el telo que alguna vez tuve, y de yapa te doy un póster despegable de la chicholina, que es una reliquia.
Los alienígenas sedientos de porno hicieron trato con Lucho, nuestro señor, actual embajador del Planeta Tierra con la primera comunidad alienígena que hizo contacto con nosotros.
Finalmente Lucho abandonó su sueño dorado de ser el nuevo David Copperfield, porque Lucho no hace magia, Lucho obra milagros [necio aquel que piensa que intercambiar oro por baratijas con una civilización superior no es un milagro].

Alabado sea Lucho. Amén y gloria a Lucho.

El Código Lucho

En un intento por limpiar el buen nombre de Lucho, a causa de falsas acusaciones, injuriosas y calumniosas, por parte de una horda de herejes desinformados y malintencionados, que sólo buscaban el beneficio mediático y monetario a costa de mancillar la excelente reputación de nuestro adorado mártir, Dan ‘El morocho’ Brownie, se puso en la ardua tarea de develar la verdad oculta detrás de quienes quieren su caída. El prefacio de este escrito nos tranquiliza con la frase que se hizo popular entre sus fieles: ¿Qué Lucho no tiene código? Acá te va el Código Lucho, piscuí.
El Código Lucho pretende acallar las voces de los sacrílegos que descreen de nuestro líder, argumentando que nuestro adorado Lucho vive de sus fieles y vive a sus fieles. El Código Lucho nos revela una conspiración que nace en el seno de las asambleas de oscuras empresas multinacionales pertenecientes al Pastor ‘copa de vino’ Pérez.
Brownie nos descubre un dato escalofriante: el Pastor Pérez odia a Lucho desde su más tierna niñez. A través de sus páginas hacemos un recorrido por los primeros años en la vida de Lucho, donde en sala de 3 conoce a este siniestro personaje, que llenó su corazón de rencor, difamando a Lucho en cada oportunidad que se le presentó en la vida. Brownie encontró documentación reveladora en un dibujo de Pérez realizado en la salita azul, cuando ambos niños tenían 5 años. Observemos el mensaje encriptado en letras rojas.




Según la recopilación de datos, extraidos clandestinamente, del diario íntimo del Pastor, los hechos se dieron así: Lucho y Pérez habían ofrecido defender a los más débiles del jardín a cambio de golosinas. Niño que no aportaba golosina no estaba protegido. Y la mayor amenaza no eran niños más grandes, si no el propio Lucho. Peréz acusa a Lucho de no compartir el botín, y que él era siempre quien debía salir a defender a los pequeños, dejándose propinar los golpes de Lucho. A todas luces se trata de mentiras, por supuesto, de una mente maquiavélica desde sus comienzos.
La historia cambió de matiz en la escuela primaria, cuando Moria se unió a los claustros de nuestro mártir y su némesis. Ambos se enamoraron desde el primer momento y la amistad terminó para siempre, cuando Pérez acusó a Lucho de haberle birlado la mina [sic], como si hubiera tenido alguna chance.
Brownie vuelve a sorprendernos con imágenes nunca vistas, después de rigurosos exámenes pictógraficos de alta tecnología, descubrimos como el odio de Pérez se fue acrecentando. Aquí también encontramos mensajes de aversión.





Gracias a la inestimable colaboración de un amigo de lo ajeno, Brownie pudo hacerse de la billetera del Pastor Pérez para dar con la prueba de que el odio continúa hasta nuestros días: una foto ajada y pequeña de Lucho, decorada a mano por el propio Pérez, que incluye una serie de símbolos extraños, y que en un esfuerzo en conjunto de nuestra gente de los departamentos de Filología, Semiología y Lingüistica están tratando de descifrar. Todavía no hallan respuestas sobre  los significados de los misteriosos signos de ? y de !, y esto nos lleva a sospechar lo peor, sobre todo por el insólito símbolo que parece ¿una estrella? Desconcertante. Intrigante. Inquietante.


Brownie ha puesto a nuestro conocimiento que el Pastor Pérez es una copia burda y absurda de nuestro líder, creando su imagen y su falsa santidad, por la envidia y el odio enceguecido al no poder ser como Lucho, sabio y bello de cabellos dorados, y  es un ser despreciable lleno de rencor que implora por una venganza sin sentido, al no contar con el amor de Moria. No crean en el Pastor Pérez, hermanos. Y si alguien quiere voltear su fe, cuestinando los valores de Lucho y afirmando que nuestro Lucho es un hombre sin código, ya saben cuál es la respuesta.

Gloria a Lucho, nuestro señor.


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Luchoneitor T-2012 modelo Caser Hito 69

Es inquietante saber que el fin del mundo se acerca. El Apocalipsis fue anunciado hace miles de años atrás.
El sabio profeta Nostrasladamus, dejó claras señales de que por estos días, años más, años menos, el mundo sufrirá una importante transformación. Quizás no sea su fin, pero si el fin de lo que hoy conocemos como sociedad, como civilización. Algunas interpretaciones benévolas afirman que el cambio será del orden mundial, transformando el paradigma de la humanidad, haciéndola, valga la rendundancia, más humana. Otras interpretaciones, más pesimistas, inducen que un meteorito chocará con nuestro planeta, acabando con nuestras miserables vidas.
Pero nosotros creemos en las profecías de Nostrasladamus, antecesor y guía de nuestro guía, Lucho.
Nostrasladamus nos habla de que el cambio es inminente, inevitable, drástico y rotundo.
Así como el día del juicio final provocado por Skynet, encuentra su resistencia en John Connor, nosotros tenemos al líder que nos enseñará a luchar contra las fuerzas del mal, contra nuestros termineitors: los herejes. Nuestro John Connor, según el versículo 2012 de Nostrasladamus, será Lucho.

Algunos escépticos tachan de falsas a estas profecías, acusando a Nostraladamus de ser un invento de alguna persona con afición al cine de ciencia ficción. Descreen que alguien haya podido prever un guión cinematográfico, entre otras clarividencias. Pero la profecía es cierta, queridos seguidores de Lucho, nuestro señor.

Sin embargo, el cambio presagiado por Nostraladamus no será de la índole de El día después de mañana. El calentamiento global no será responsable de un desastre ecológico de tales magnitudes. Tampoco vendrá un meteorito a desorbitar a nuestro planeta, ni a extinguirnos como a los dinosaurios. El responsable del cambio será el advenimiento de Lucho.
Los mayas lo sabían, y se ahogaron en el mar de la península de Yucatán, más precisamente en la paradisíaca Riviera Maya, porque anticiparon que faltaba más de 500 años para presenciar tan trascendental evento, y no querían seguir viviendo, sabiendo que se lo iban a perder. Ese es el misterio de su desaparición, según afirman las sabias palabras de Nostrasladamus.

El 2012 se acerca y seremos testigos de la ascendencia de Lucho y él nos dirá: Vengan conmigo si quieren vivir. Y debemos seguirlo, hermanos míos, porque él no nos defraudará. A lo sumo nos estafará, pero seguiremos viviendo, libre de posesiones materiales esclavistas. Y lucharemos contra todo hereje que se interponga en sus planes.
Lucho tiene un propósito, mis hermanos, y lo iremos conociendo, en breve.

¿Tenés un problema? Don lucho te atiende [y cómo]


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Lucho, ¡te escucho!

Lectura del Evangelio de Lucho, capítulo XXV, versículos 14-32.
Gloria a Tí, Señor Lucho.

Estaba Lucho rascándose el higucho debajo de una palmera en una de las banquinas del Camino de Cintura, cuando una idea iliminóle el marote. "Ya es tiempo de ayudar a mis hermanos luchonistas a seguir el verdadero camino y que me devuelvan lo que tanto les he dado". Lucho levantose, sacudiose el polvo del trasero, encaminose hacia su objetivo: un programa en Radio 10. Las negociaciones no fueron sencillas, Hadad protestó y protestó: quería que Lucho firmara un contrato de exclusividad con la radio, pero Lucho se puso firme: "acá se hará mi soberanucha voluntad. Me das un millón de euros y hablo durante una hora, si se me canta, hereje irrecatado". Y así fue que Lucho comenzó su programa de ayuda psicológica.

-Hola, hermanucho. Hola, hermanucha. Aquí nos encontramos hoy reunidos en este espacio en Radio 10 para ayudarte a vos, hermanucho, y a vos, hermanucha a recuperar el verdadero camino, de la verdad y la vida en las enseñanzas de Lucho. Vamos ya con el primer oyente.

-Lucho, ¿te escucho?

-Así es hermanucha.

-¡Lucho Delfino no te puedo creer! ¡Es la primera vez que me comunico con vos! ¡Sos mi ídolo, Lucho, te amo!

-Lo bien que haces, hermanucha. Anda, dime tu nombre...

-Soy Teodolinda, Lucho. ¡Ay, Lucho cuánto soñé con este momento!

-¿De dónde eres?

-De Capital.

-Número de tu tarjeta de crédito.

-22897123674252.

-¿Clave?

-8914.

-Ahora sí, tu pregunta hermanucha.

-Lucho, mi esposo se está yendo por el mal camino. Me engaña, Lucho. Ve a cientos de mujeres. Yo no puedo creer que me abandone a mí, a mí que lo quiero tanto, Lucho.

-¿Más que a mí, tu santo dios Lucho?

-No, Lucho, nunca más que a tí. Quisiera saber, ¿qué debo hacer, oh Lucho?

-Te diré algo, hermanucha. ¿Tú sabes cuál era el apodo de Sigmund Freud?

-No.

-Lucho, hermanucha. Y era Lucho porque YO era Sigmund Freud hecho carne para iluminar a todos sobre la Tierra. Y como dije hace cien años: todo tiene que ver con el sexo, jejejejeje. Así que, hermanucha, da rienda suelta a la concupiscencia, voltéate a cuanto hermanucho se te cruce por el camino hasta que te quede así de grande y te vengues de tu marido.

-¿Así de grande, Lucho?

-Así de grande, hermanucha.

-Gracias, Lucho Delfino, gracias, eres un amor, te amo, Lucho, te amo.

-Bueno, hermanucha, bueno, ya basta. Te bendigo en el nombre de Lucho. Antes de ir al siguiente oyente vamos a escuchar este maravilloso anuncio con la dulce voz de Moria.

"Bodegas Lucho, el mejor tinto, anuncia a los hermanuchos la salida del envase formato damajuana, para los muchachos luchonistas que lo estaban esperando, atorados con el choripán en la garganta. Precio sugerido al público: 300 pesos. Descuento de cincuenta centavos a los compañeros luchonistas camioneros. Tomen y beban todos de él, porque este es el vino de Lucho. Haced esto en conmemoración suya".

-Hola, ¿con quién hablo?

-Gabriel Rolón, Lucho.

-Hola, hermanucho Gabriel, dime tu número de tarjeta de crédito por favor.

-Lucho dejá de robarme oyentes hijodelagranreputis...tuuuuuutuuuuuuuuutuuuuu...

-¡Ay, se cortó! Que pena. Próximo oyente, por favor.

-Lucho, ¿te escucho?

-Así es hermanucha, ¿con quién hablo?

-Lucho, soy Lucha, ¿podés creerlo? Nos llamamos igual, que casualidad, ¡aaaaaay no lo puedo creeer!

-Hermana Lucha, ¿de dónde sos?

-De Tucumán.

-¿Tucumán?

-Sí, Lucho.

-Ajá.

-Ajá.

-Si, dime, ¿qué es eso? ¿Una ciudad?

-Sí, Lucho, una ciudad, y una provincia también. Acá todos te re queremos, Lucho, sos nuestro ídolo, sos como un dios para nosotros.

-Seee... Tucumán... eeeeh... decime Lucha, en Tucumán ¿manejan tarjeta de crédito?

-Sí, claro, Lucho.

-¡Bienvenido Tucumán a Lucho, te escucho! Decime tu número de tarjeta, linda.

-26489217862266.

-Clave, linda.

-3658.

-Preguntá.

-Lucho yo quería contarte un problema que tengo. Todos los hombres me siguen, me aman, yo ya no sé qué hacer Lucho, ¿me entendés? Los hombres se enamoran de mí y no sé cómo evitarlo. Me escriben poemas, me tratan como una diosa. ¿Por qué siempre me pasa a mí? Ayúdame, oh Lucho, ayúdame.

-Dime hermanucha, ¿estás buena?

-Sí, Lucho.

-¿Tus medidas?

-105-60-108.

-Ajámm... dime... ¿Tucumán queda lejos de acá?

-Eeeh, sí bastante, Lucho.

-Oca, linda, vos quedate justo dónde estás que yo ya me teletransporto. Bien, hermanuchos, nuestro programa de hoy ha llegado a su fin. Nos encontraremos algún día, si me da la ganucha de volver a dirigirme a ustedes. Que Lucho los bendiga hermanuchos, no se olviden de comprar la damajuana Lucho y de enviar sus donaciones. Amén.

Y así fue como Lucho visitó Tucumán por primera vez. Y varias veces más. Y más. Y más.

Esta fue palabra de Lucho.
Te alabamos a Tí, señor Lucho.
Amén.

La Bola de Canaán

Lectura del Santo Evangelio de Lucho, capítulo XVII, versículos 1-20.
Gloria a Tí, señor Lucho.

En los comienzos de su vida predicativa, hallábase Lucho invitado al casamiento de la prima fea y gorda de Moria. En la ceremonia, aburrióse como un hongo, tanto que, revolviéndo su dorada cabellera para formarse rulitos, miró a Moria fastidiado y hablole de la siguiente manera:

-¿Cuándo termina, Moria? Me dijiste que iba a durar poco.

Con una mirada fija fulminante, Moria mirólo, pegole un codazo en el estomagucho y luego hablole:

-Callate porque te reviento.

Lucho hizo puchero y siguió mirando la ceremonia con algunos suspiros y miradas de perrucho a Moria, quien lloraba mientras los novios se besaban.

La fiesta era en el salón Canaán, Lucho asqueroseado con el olor de las flores pudriéndose en los floreros, volviose nuevamente hacia Moria:

-Los sánguches están secos.

Moria tomolo del brazo y zamarreolo:

-Son de la panadería del tío Pancho. Comételos y no digas nada.

-Pero no pasan por la garganta, Moria.

-¡Comételos!

Lucho ingirióse unos cuántos sánguches más, mirando a Moria casi al borde de las lágrimas.

En un momento, Moria desaparecióse entre la multitud que bailaba reggeaton. Lucho quería cortarse las venuchas al oír música tan asquerosa. Para consolarse, aferróse a una botella de sidra que tomó de la bandeja de un mozo que pasaba. Lucho estirose sobre su silla y emborrachose.

Volvio Moria:

-Lucho, se quedaron sin vino.

Lucho abrazóse a su botella.

-Esta es mía. No jodas.

-No tienen vino, Lucho.

-¿Y a mí qué?

Moria comenzó a golpear el piso con el zapato:

-¡Tenés que hacer un milagrucho!

-Mnah...

-¡Lucho! Levantá el orto y hacé un milagrucho ¡ya!

-Me da pajucha.

-¡Pajucha vas a tener si no te levantás AHORA MISMO! -tronó Moria.

Una luz cegó a Lucho. Era la bola de espejos del salón Canaán. Lucho viose reflejado en los espejitos: su rostro apuesto, su dorada cabellera, sus ojos cristalinos. Pensó: "si les doy vino, me amarán, me seguirán, se estremecerán al pronunciar mi nombre, cantarán loas a mi persona, me llenaré de guita con la bodega Lucho y me iré de esta asquerosa fiesta". Lucho levantose:

-Ufa. Voy porque me da la gana, sabelo.

Lucho se acercó a los barriles de vino vacíos alzó las manos y oró:

-Que haya vino.

Y el vino existió. Lucho miró a los parientes de Moria y dijo:

-Tomad y bebed todos de él, porque este es el vino de la bodega Lucho, que será comprado por todos a partir de ahora. Vendrá en botella de 3/4 y tetra brik para la cartera de la dama y el bolsillo del caballero. Haced esto en memoria mía. Son 300 dol... euros. Son 300 euros por milagrucho. Y la bola de espejos. Y la torta. Y los cuarenta suvenirs con los centros de mesa.

El rumor se esparció en la multitud: estaban en presencia de un milagrucho. Se acercaron a Lucho y él comenzó a hablar de la gran bola de Canaán que lo había inspirado y de cómo quería que lo siguieran y cantaran loas a su nombre. La multitud al conocer el milagrucho de la boca del propio Lucho, quedó impresionada:

-¡Aleluchaaa! ¡Aleluchaaaaaa! Gloria a ti señor, Lucho.

Otros cantaban con un charango:

-¡Gloria a Lucho en las alturas! ¡Y en la tierra vino a los hombres que ama el Señor! ¡Te alabamos, te bendecimos, te damos gracias, Lucho, dios rey celestial!

Lucho extendió las manos hacia el cielo. La multitud callose. Hablóles Lucho:

-También quiero los equipos de música. Y el charango. Y el ramo de la novia.

Lucho fue levantado en andas y llevado fuera del salón Canaán, hacia los jardines, la fuente, la puerta. Una vez ahí fue depositado en el auto de los novios, donde Lucho aprovechó para rajarse pa' las casas dejando tras de sí el ruido de las latas. Los invitados volvieron a la fiesta y bailaron y chuparon durante seis días y seis noches. Y ese fue el primer milagrucho de Lucho.

Es palabra de Lucho.
Te alabamos, Lucho.
Gloria a Tí, Señor Lucho.
Amén.


***

Anuncio: Por pedido de la hermana Julia y para todos nuestros hermanos, anunciamos que los vinos de la bodega Lucho ya están en los mejores supermercados al precio sugerido de 129, 99 dól... digo euros, la botella de 3/4 y 119, 99 el tetra brik. Próximamente, vinos de la bodega Lucho en damajuana. Los mantendremos informados.

Lucho for Diputado Testimonial

Lectura del Evangelio de Lucho, capítulo IV: Lucho for Diputado Testimonial.
Amén Lucho, Amén.

Caminaba Lucho por la pampa solitaria cuando, de pronto, una luz azul encegueciolo. Queríendose arrancar los ojos con una pinza de depilar, Lucho pensolo mejor. Se dijo(lo): "He recibido una iluminación de las inescrutables profundidades del Universo: seré Diputado Testimonial y todo el mundo me adorará. La Verdat será esparcida por las masas y sus empobrecidos sueldos sustentarán mi modo de vida, el de Moria Eva y el de mis apostoluchos". Y así, abandonando la pampa donde meditaba se dirigió a La Matanza, la quinta provincia.

Ya en la quinta provincia, Lucho Domingo Cangallo junto a su esposa, Moria Eva Duarte, lanzaron su candidatura testimonial a las masas que enardecidas comían choripanes con Termidor en la intersección de la Ruta 3 y el Camino de Cintura. Lucho reuniólos y hablo(los) de esta manera:

-Compañeros descamisaduchos: los hemos reunido este glorioso día luchonista para comunicarles nuestra gran propuesta. Compañeros, yo tengo un sueño. Yo tengo un sueño en el que cada compañero tiene su copa de Termidor diaria y su choripán de desayuno. En el que cada compañero luchonista me entrega la mitad de su sueldo para mantenerme a mí, a Moria Eva y a todos mis apostoluchos. Un sueño en el que ninguna de mis valijas es detenida en la aduana. Compañeros descamisaduchos: ¡con Lucho se come, se educa, se vive!

Lucho hizo un alto para escuchar el clamor de las masas. Los muchachos luchonistas enarbolaban mangueras y bombos, choripanes y tetra-briks. Entre la multitud, una joven con orejitas rosadas de coneja repartía amigurumis "compañeros" con choripanes de porcelana fría. Otra, arengaba a los que miraban extrañados a las multitudes luchonistas al grito de: "¡conviértanse, herejes!". Otra joven, de más baja estatura, repartía pequeñas antorchas luchonistas a los espónjidos, mientras que otra joven más de bellos rizos castaños, contaba las historias más impúdicas de Lucho y Moria y tenía a todos los compañeros luchonistas babeando.

De pronto, se hizo el silencio. Lucho diole la palabra a Moria Eva:

-Mi Generalucho. Mis queridos descamisados luchonistas. Ustedes saben que el Generalucho me ha propuesto ser presidenta en el 2011. Renuncio, compañeros luchonistas…

Las masas se enceguecieron y lanzaron gritos de protesta:

-¡NOOOOOOOOOOOOO! ¡Moria para presidente! ¡Moria para presidente!

Moria alzó los brazos, sonriole a las multitudes y tranquilizolos:

-Mis queridos descamisados luchonistas… yo me candidateo, para ser ¡LA REINA DE LA ARGENTINA! Compañeros luchonistas… ¡VOLVERÉ Y TENDRÉ MISHONES!

Lucho emocionado abrazó a Moria Eva, que lloró desconsolada en su hombro. Lucho consolola y luego se dirigió a las masas nuevamente:

-Compañeros luchonistas…

En ese momento un hombre de ojos azules y acento de concheto escondido entre la multitud gritó:

-Sos un crápula Lucho. Yo llevé a Boca a ganar dos Intercontinentales, ¿me entendés lo que te digo?

Lucho enfureciose, buscolo en la multitut, señalolo y dijo(lo):

-A vos no te va tan mal, Mauricio.

Las multitudes enceguecidas enarbolaron sus antorchas contra Mauricio al grito de "¡hereje, hereje!". Segundos después, Mauricio solo era una mancha más en el pavimento del Camino de Cintura.

Lucho, satisfecho de sus multitudes descamisadas luchonistas retomó su discurso:

-Compañeros luchonistas. Este Generalucho les pide que voten por su Patria Luchonista. Yo les prometo sangre, sudor y choripanes, compañeros. En estas horas amargas de la Patria, compañeros…

Un grito interrumpiolo. Era Lilita enarbolando un crucifijo que caía desde su papada:

-Yo te conjuro, Luchifer. ¡Maldito, vete de aquí!

Rauda entre la multitud, una joven con antorcha de oro atacó a Lilita, zamarreola, y encendiola:

-¡HEREJAAAAAAAAAAA!

Lo último que se vio de Lilita fue una gran bola envuelta en fuego que se dirigía hacia las aguas del río Matanza.

El Generalucho quiso hablar una vez más, pero una canción se elevó sobre las multitudes, primero como un suave rumor, luego con un grito enardecido:

-Para Lucho, lo que es de Lucho, porque Lucho se lo ganó, para Lucho lo que es de Lucho, para el pueblo dominación. Para Lucho lo que es de Lucho…

Era el apóstol Piero que arengaba a los descamisaduchos.

Y ya Lucho no pudo hablar más. Su candidatura fue sellada por el clamor popular, con los descamisaduchos mojando sus patas en el agua del río Matanza. Moria Eva empezó a preparar su ropero para el 2011 y los compañeros descamisaduchos tuvieron asegurado el choripán y el Termidor por muchos años más.

Esta fue Palabra de Lucho.
Te alabamos Lucho.
Amén.

carta del mártir lucho a los bolivianenses de corinto

hermanos:

se vienen tiempos difíciles como la tabla del nueve. escríboles desde el rincón más oscuro y miserable de mi penthouse para hacerles saber que los acompaño en cuerpo y alma. bueno, es un decir. claro está que ni en mi más profundo estado de alucinación etílica iría a acompañarlos en cuerpo, porque ya sabemos que ustedes ingieren alimentos preparados por el mismísimo belcebú y que después sudan con un olor a gato muerto que voltearía al increíble hulk en persona apersonada.

decíales, hermanos, que mirando mis bolas cristálidas puedo predecir que grandes males están agazapados ahí -sí, justo atrás de ese montículo de bombachas tamaño carpa que vende aquella desacatada-, esperando el momento propicio para hacer de sus vidas el más terrible de los infiernos. no temáis, vosotros ustedes, bolivianenses de corinto, que lucho aprieta pero no ahorca [léase: no afloja], así que les hago una promoción verano-teclavolasombrilla, solamente porque soy más bueno que lassie, el dulce de leche y la madre teresa todos juntos haciendo trencito en el carnaval carioca.

la cosa es más o menos así: si ustedes pretenden que los males no los azoten, si pretenden hacerle fuchifuchi al apocalipsis que los espera ahí nomás, sólo deben seguir mi palabra al pie de la letra. a cambio [y acá se viene la superpromo] deben entregarme a diez de sus mejores hombres y a cinco de sus mejores mujeres [en lo posible, que estas últimas no tengan bigote, ni vello en la oreja. gracias]. no temáis por sus hermanos, estarán muy bien cuidados en el nuevo emprendimiento luchístico, sito en en el sacrosanto santuario de once. una magnánima tarea los espera: ellos confeccionaran con prisa, sin pausa y a latigazo limpio, las remeras que vestirán todos los que han decidido seguirme detrás de mí mismo. serán alimentados con el maná que les caiga del cielo [hay unos tachos de alimento raza que se vaciarán una vez por día sobre sus cabezas] y serán conducidos por el mismísmo morfeo [que era patovica en escombro bailable pero que se ha unido a la causa recientemente, justo cuando fugose del penal de olmos] a dormir sobre sus propios deshechos ahí mismo, en el lugar en el que cumplirán su misión celestial. como verán, hermanos, les ofrezco una verdadera ganga: se evitan el apocalipsis y capaz que hasta les toca alguna remera de segunda selección y todo.

esperando que su respuesta sea satisfactoria, despídome de ustedes con fervor y excitación, puesto que en este mismo momento estoy babeándome como perro con dos colas al pensar cómo crecerá nuestra reino en la tierra. ustedes pueden ser parte de ello, piensenlón bien. cuando lucho se eleve por sobre los otros pelagatos, siempre va a ser mejor estar prendido de un cacho de su vestidura que ser dejado a la buena de ese otro dios que se hace medio el sota mientras sus súbditos directos le meten mano de lleno a cuanto pendejo se cruce por ahí.

invocando la protección de mí mismo, fuente de toda [sin]razón e [in]justicia, voyme ya a tomar unos matienzos a la sombra de la parra.

chau chau chaaauuuuuuu

lucho

La ira de Lucho [Reloaded]

Retozando cuál manatí drogado, echóse Maria Palmira en los pastos, y mientras disfrutaba de un aire primaveral, entrábale a unos Bizcochos de grasa, cebándose unos mates con cascaritas de naranja seca.

De pronto, el cielo ennegrecióse, y con esplendorosos estruendos, las nubes juntáronse sobre su cabeza. La mañana, cálida de Villa Retiro, se tornó en un eléctrico tronar de trompetas, que con sonidos ensordecedores, encaminaron a Palmira a reflexionar acerca de la vida.
Preguntóse, a sí misma: ¿Hube de colgar la ropa?, ¿Hube de descolgarla más luego?.
Más los bizcochitos de grasa, cumplieron su cometido, interrumpiendo intempestivamente su profundo cavilar.
Palmira debióse rajar hacia el baño mas cercano, sin posibilidad alguna de repasar sus pensamientos.

Cuando de entremedio de la maleza, una luz, enceguecióla, dejándola paralizada.
Altivo y sonrojado, sorprendióla Lucho, portando uno de los pedos Biblicos más solemnes de los que jamás, Palmira hubiere conocido.
Y con su voz contemplativa, Lucho, revelóle una de las verdades mas verdaderas de la vida, mas o menos así:
“Soy la luz que os hará libres”, Más deberás entregarte con misericordia absoluta, a los ardores de mi carne, no sin antes cebarme unos matienzos, pero para mí sin azúcar, por qué estoy flojo de vientre.
Palmira, obedecióle con rigurosa voluntad. Mas a la media hora, el termo, quedóse casi sin agua, fue allí que nuestro Señor, díjole:
“Enfríose el agua, que nos ha dado de beber". Y hartóme de entrarle a los Don Satur, porque más luego paso del vientre flojo, al vientre afligido y taponado.
Ordénote, me entregues tu diezmo y de una corridita, llenes unos galones con el combustible Divino de las antiguas Deidades: "Cerveza”.
Palmira mirólo, y con pesar en su ojos contestóle:
"Muchas veces te he invocado, oh, Señor Lucho, mas nunca has respondido a mis plegarias. ¿Por qué habría yo de darte, entonces, mi diezmo para un galón de cerveza fresca y recién tirada?".

Palmira envalentonóse, y díjole con sobrada ira:
“Ni en pedo te doy $3 pesos, para comprar una Quilmes, es más, tu Reino de mierda puede irse literalmente al carajo. Ojalá se te caiga de cuajo, el maldito templo que tus devotos han levantado. Y que de entre los escombros, iracundos, salgan tus fieles, a cagarte, oportunamente a patadas. Cómo sigas rascándonos el mango, vas a terminar empalado en el medio de la estación Constitución, por demagogo, rata y autoritario”.

La furia de Lucho, despertóse con la tormenta, que tan solo habíase amedrentado. De entre los yuyos, abrióse una una zanja, y tragóse a Maria Palmira, con termo y todo.

Esa fue la última vez que otros fieles, supieron de ella.

Más toda esta historia déjanos una morajela:
“El control de la ira es necesario, cuando Lucho se pone a demandarnos. Una respuesta negativa despierta, la ira de los Dioses, y a la mierda.”.

Así habló lucho.-

El evangelio según Lucho

Caminaba por el pasillo de su penthouse cuando un dolor abdominal lo obligó a detener el paso. Con una mano frotó su vientre al tiempo que realizaba un pequeño movimiento pélvico para expulsar de su cuerpo las molestas sensaciones. Efectivamente, se tiró un pedo. Inhaló. Recordó que estaba buscando su libro de cabecera y continuó el paso. Le gustaba llamarlo así porque durante años lo ayudó mucho. Lo usaba para apuntalar la pata de la cabecera de su cama. Llegó a la biblioteca. Los estantes estaban atiborrados de souvenirs de cumpleaños, casamientos y bautismos, más las pequeñas artesanías que Moria compraba los domingos en el Paseo de las Artes. Cinco lujosos ejemplares le daban sentido al nombre de dicho mueble. Entre ellos estaba el libro que Lucho necesitaba. Una edición del año 1984 de cuentos clásicos infantiles que lo acompañaba desde su más tierna edad. Tomó el best seller de tapas duras y se dirigió a su templo, es decir al baño, para leerlo.

Acaecida la tarde, encontrábase Lucho echado en un puff, con los ojos abiertos y la mirada perdida en el cielorraso, rumiando pensamientos varios. Pasaron algunas horas hasta que de súbito levantose. Encendió su notebook y empezó a tipear.
Moria pasó por su lado y preguntóle:
- ¿Qué estás escribiendo Lucho?
- El evangelio – díjole pausadamente.
- Pero si ya está escrito – contestole Moria sorprendida.
Lucho tomó aire y en un resoplido de marcada intolerancia contenida, espetole:
- Según la quinta acepción de la Real Academia Española, el evangelio es una verdad indiscutible.
- Ya está la cena – díjole Moria ignorando la explicación.

Al terminar la cena, Lucho continuó con su escrito. Luego lo imprimió y lo adhirió, con imanes de frutillas y sandías, a la puerta de la heladera:

"La lucha es la paz”: porque luchando se consiguen los logros que traen satisfacción, y la satisfacción trae paz al hombre.
"Internet es esclavitud": porque el hombre libre que elige entregarse a las bondades de la informática termina atrapado en sus redes.
"La ignorancia es bienaventuranza": porque el hombre que ignora los peligros y lo que puede lastimarlo vive feliz. Pensar es perder.

Días después Lucho convocó a sus discípulos. Cuando llegaron uno de ellos descubrió el texto de la heladera y preguntole a Moria:
- ¿Y esto?
- El evangelio – respondió – según Lucho.
- ¿Y Lucho donde está? – al unísono dijeron los fieles.
Moria recorrió con la vista la mesada donde por última vez vio el libro de cabecera de Lucho. No se encontraba allí.
- Está en el baño – contestoles – y esto que digo también es un evangelio. Es una verdad indiscutible – concluyó.

Cuando apareció Lucho explicole a sus discípulos los dichos de Moria y dijoles: Hijos míos. Lo único que se puede predicar es algo que no admite discusión. Y le dio una copia a cada uno del evangelio, según Lucho.

Palabra de Lucho.

El silencio de los herejes


Bautista Lista conoció a Lucho en un camping, cuando fue a pedir carbón para el asado a la carpa vecina. Moria, echada en una reposera no atinó a moverse y Lucho que hacía lo suyo, tirado en una lona, dijole:
- Debajo del asador tenés una bolsa. Si querés, llevala.
Bautista agradecido tomó la bolsa y se fue a la parrilla que le correspondía y dispúsose a preparar el fuego. Acomodó el carbón arriba de muchos papeluchos de diarios y acercó un fósforo encendido. Comenzaron las llamas a consumir el diario, penetrando y envolviendo el montículo de carbón. Absorto Bautista miraba como el carbón comenzaba a convertirse en brasa y reparó que él no se encendía hacía muchísimo tiempo.
- ¿No me tiras estas costillitas? – díjole una voz angelical a Bautista. Diose vuelta y vio a Lucho parado con un costillar en mano y con un pucho en la otra. Sin decir una palabra, Bautista tomó las costillas y púsolas junto con la carne que tenía para salar en una tabla.
- Hijo mío, se que al sentir el calor del fuego anhelas el calor de una mujer – sabiamente agregó Lucho y Bautista enmudeció, palideció y enrojeció, en ese orden. Finalmente habló:
- ¿Querés cerveza? – preguntole. Y sin esperar respuesta sacó una lata de una conservadora de plástico. Se acercó a Lucho y mientras caminaba abrió la lata y el contenido color oro espumante eyectó hacia la cara de Lucho, bañándole hasta los dorados cabellos.
- Perdoname flaco.
- Lucho.
- Perdoname Lucas.
- No, Lucho, no me bautices con otro nombre.
- Bueno, Lucho – respondió Bautista, temblando.
- Déjame disfrutar de los placeres de la carne asada, hijo mío, y vete a buscar los placeres de la carne que tanto extrañas – ordenole Lucho. Bautista obedeció al instante y desapareció de su vista.
No había terminado de tirar la carne en la parrilla cuando se le acercó un hombre:
- Flaco, me falta una bolsa de carbón que dejé debajo de aquel asador. ¿Sabés algo?
- No - respondiole Lucho devolviéndole una mirada ninguneadora.
- ¿Seguro? - apurole el extraño en actitud pendenciera.
- A mi nadie me trata de ladrón – dijole Lucho en tono calmado. Hipnotizado por las palabras de Lucho, el desconocido hombre agachó su cabeza en un claro gesto de disculpas, sin poder emitir un sonido con su boca, y alejose para siempre.

Así nos enseña Lucho en ésta crónica que su nombre no puede ser pronunciado en vano y mucho menos ser rebautizado; que no le provoca ira ser bañado con cerveza, pero si hubiera sido agua la historia hubiese sido distinta; que Lucho acepta, perdona y permite los placeres de las carne, en todos sus acepciones; que Lucho no puede ser injuriado falsamente, que los herejes que osen hacerlo quedarán condenados al silencio perpetuo alejándose, errantemente, de todo lo que conocen, porque Oh, Lucho, Nuestro Señor, sólo dijo donde había carbón, pero nunca lo tomó con sus manos.



La creación

Al principio, Lucho creó Google y Blogger.
Internet estaba despoblado y sin blogs, mientras el Concepto Lucho revoloteaba como una idea por la red.

Dijo Lucho: Haya blog, y blog hubo. Lucho vió que era bueno y separó a Blogger de WordPress. Y así fundó "Yo, Lucho", el día primero.

Dijo Lucho: Haya posts que ilustren mi gloriosa vida: Y así reunió a un grupo de apóstoles que dieran fé de su existencia. Lucho los llamó "Los Cronistas". Y así posteó el día segundo.

Dijo Lucho: Hagamos al usuario blogger a imagen y semejanza, que mande a los floogers y domine a los emos.
Y creó Lucho al blogger a su imagen.
A imagen de Lucho los creó.
Macho y hembra los creó.

Lucho los bendijo, diciéndoles: No sean chotos y pásensennn sus direcciones de msn, compren amigos en Facebook, llenen la red y sométanla. Manden a los floggers y a cuanto animal viva en la tierra.

Y así fue, vió Lucho que todo cuanto había hecho era muy bueno, y actualizó al día tercero.

Dijo Lucho: Júntensennn los bloggers y síganmennn, y así fue. Los bloggers fueron llegando y fieles fueron de Lucho. Y Lucho vió que todo era bueno.
Editó el HTML al día cuarto.

Dijo Lucho: Que conste cada post con comentarios para expresar la opinión de los fieles. Y el blog tuvo comentarios y los bloggers llegaban uno a uno, para rezar a Lucho.
Así sumó links al blogroll el día quinto.

Dijo Lucho: Haya una diosa en el olimpo de las deidades. Y así fue, que luego de comer un asado, guardó la costilla para crear de ella a su diosa Moria. Y el archivo crecía al día sexto.

Así fueron los hechos. Lucho terminó su trabajo al séptimo día y descansó en este día de todo lo que había hecho. Bendijo Lucho este día de la creación. Y descansó... descansó el resto de su vida.

Este es el origen del Concepto Lucho, y de los blogs cuando fueron creados.

Mandá Miento al 2020 [o de cómo nacieron los Mandamientos Luchísticos]

Una tarde de febrero, desconociendo el impulso que lo guiaba, Modesto subió el cerro Uritorco. Creía que una fuerza alienígena lo atraía hacia la cima. Nunca imaginó que se trataba de un ser celestial. Cuando terminó de ascender, asomose detrás de un arbusto un hombre de cabellos dorados que rozaban sus hombros al ritmo de la suave brisa que lo acariciaba. Modesto, estupefacto, con cara de imbécil, quedose callado. El hombre de dorados cabellos y figura esbelta tiró la colilla del cigarrillo que acababa de fumar y acercose a él:
- He estado esperándote Modesto. Tengo un encargo para tí - Dijole Lucho.
Asombrado de que aquel extraño supiera su nombre, Modesto no pudo más que asentir con la cabeza, mientras aguardaba las instrucciones.
El arbusto que Lucho dejó atrás, empezó a prenderse fuego. Minutos después Modesto descendía el cerro corriendo y luchando por su vida.
Una multitud reunida observaba el accionar de los bomberos. Modesto subiose al coche bomba y relató lo sucedido. Y Lucho dijome - anunció:

- No tendrás otros dioses delante de mí, ni atrás tampoco.
- No te harás ningún tatuaje que no sea mi nombre
- No pronunciarás el nombre de Lucho en vano
- Acuerdate del día sábado para salir de joda.
- Honra a tu padre y a tu madre para que te dejen la herencia.
- No cometerás adulterio si nunca te casas.
- No robarás sin llevar pa' las casas.
- No darás falso testimonio sin cruzar los dedos por atrás.
- No codiciarás la casa del country de tu prójimo, la mujer de tu prójimo, la impunidad, la
camioneta 4x4, el perro labrador, la empleada doméstica y demás posesiones de tu prójimo.
- No matarás sin un buen motivo.

Sin embargo Modesto nunca cumplió con la palabra de Lucho y tampoco se dedicó a difundirla adecuadamente. Abriose un local en la calle techada de Capilla del Monte, donde cobraba un entrada para contarle a los turistas y transeúntes los misteriosos hechos que sucedieron aquel febrero, pero cada vez que narraba cambiaba su versión, y por fallas de su memoria o caprichos ocultos, nunca decía la lista correctamente, olvidando algunas de sus prescripciones o haciendo combinaciones extrañas tales:
- No matarás en vano.
- No codiciariás la casa de tu prójimo sin un buen motivo.
- Acuerdate del sábado para cometer adulterio.

Modesto sintió un segundo llamado al cerro Uritorco. Lucho lo esperaba, sentado en un roca, tomando cerveza.
- Has desobedecido Modesto. Tendrás un castigo. Pero antes voy a escribirte la lista para que no te olvides ni te confundas - dijole Lucho. En silencio escribió dos papeluchos post it color amarillo, como sus cabellos, que contenía lo que denominó "la ley" :

- No te arrodillarás delante de otro Lucho.
- No te fabricarás dioses de cotillón.
- Observarás la fiesta de la vendimia.
- Durante 6 días trabajarás y el séptimo día estarás a mi disposición.
- Celebrarás las fiesta de creamfield, la navidad apócrifa, la navilucha y año nuevo.
- Tres veces al año haras limpieza general en tu casa y en la mía.
- No ofrecerás cerveza caliente ni mate dulce a nadie.
- No quedará para el día siguiente lo que pudiste comer hoy.
- Llevarás a mi casa tus mejores sueldos.
- No harás un asado sin invitarme.

Modesto tomó los papeluchos y comenzó el descenso. A los minutos volvió a por una copia porque se le habían volado. Afortunamente Lucho todavía estaba en la cima, empinando el codo. Esta vez Modesto guardó "la nueva ley" en el bolsillo y dirigiose a la imprenta del pueblo para hacer unos panfletos.
La transpiración de Modesto había hecho ilegible parte del contenido de los papeluchos. Temeroso de recibir otro castigo además del que le había sido anunciado pero no revelado, Modesto apeló a su memoria.
Desconocemos si Lucho cambió de opinión y no intervino en la impresión de los mandamientos, o si nunca se enteró de lo que escribió por exceso de alcohol en la sangre, o hubo un error de imprenta y nunca una fe de erratas. Hasta ahora los definitivos diez mandamientos que dejó Oh Lucho, nuestro señor, son los siguientes:

1. Amarás a Lucho por sobre todas las luchas.
2. No leerás el blog de Lucho en vano.
3. Santificarás las fiestas, partuzas y asados. Invitarás a Lucho
4. Honrarás a tu padre y a tu madre para que te dejen la herencia. El 50% de lo heredado será para Lucho.
5. No matarás salvo que sea absolutamente necesario. [No es absolutamente necesario cuando te miran mal o te dicen algo que no te gusta]
6. No cometerás actos impuros sin filmarlos y sin la participación de Lucho.
7. No robarás a Lucho. El 70 % de lo que robes se lo darás a Lucho.
8. No darás falso testimonio ni mentirás sobre Lucho.
9. No consentirás pensamientos ni deseos impuros sin contarle a Lucho.
10. No codiciarás los bienes de Lucho.

Modesto recibió el castigo de su primer falta. Fue conminado a realizar trabajos forzosos: durante un año tuvo que realizarle la pedicuría a Lucho y depilarle la espalda con una pincita.


Cualquier parecido con alguna religión es pura coincidencia
.



El milagrucho

Levantose lucho, luego de dormir la mona durante 12 horas, y decidiose con los muchachos a hacer un asado. Caminó por los bosques en busca de leños para preparar el fuego pero, como es ecologista, prefirió no talar árboles y comprar carbón.
Mientras sus seguidores, quemábanse los dedos, abanicando las brazas con una pala, el echose en un puff a leer la revista Hombres, mientras tanto, golpeábales con una ramita de bambú, para incentivarles.
Mas cuando el fuego hubo de estar listo, saló la carne y dispúsose a ponerla en el asador,´para luego, volver a echarse en un puff.
De pronto, los cielos se cubrieron de nubes que, un claro intento de enturbiar la cálida tarde de Nuestro Señor, oh, Lucho, ennegrecieron el sol, opacando hasta el último haz de luz. Fué así que, las primeras gotas de lluvia no tardaron en llegar.

Sin embargo, ni lerdo ni perezoso, lucho levantóse del puff, apagó su Aipod y gritó a los cuatro vientos, -digo, a sus cuatro súbditos-:
“Me cultivaré, germinaré y seré millones”. No os preocupéis, hijos míos, con la ayuda de mis manitas, abriré los cielos para devolveros la luz. Vosotros debéis hacer la última cena, mientras yo me enturbino la melena con el viento del aire acondicionado.

Sin embargo, un trueno majestuoso apagó el silencio y saliose de entremedio de los cielos, un angelito anómalo, turbio y ligeramente maltrecho. El angelito era manco y solo contaba con un ala. Volaba en círculos y tardóse en llegar hasta Lucho, más o menos, 20 minutos. Cuando por fin, luego de pifiarle al suelo varias veces y darse sucesivos porrazos contra la medianera, revoloteo en pequeños óvalos y díjole a Lucho:
-Oh, señor, Soy el Angelito Mareador, disculpa mi intromisión, más vuestro Padre, el Dios Mayor, os envía un mensaje.

-Escúchote, oh, Angel Mareador: ¿Cuál es el mensaje de mi Padre?.

-Dice que no seais, boludo, y que obréis un milagrucho. Es la última cena - del año-, y por lo tanto, podeis pedir, aún, el Regalucho de Reyes, aprovechaos, que el viejo anda con guita porque cobró el aguinaldo.

-Oh, Angelito Mareador, gracias por el mensajucho. Ahora mismo reúno a mis siervos, y obro el milagrucho.



Fue así, qué Lucho arrodillose y espetole al cielo:

-No me hagáis esto, hoy no.
En ese mismísimo instante, las nubes se disiparon y, por obra de Nuestro Señor, Oh, Lucho, la lluvia amainó y, no solo eso, además volvió a brillar el sol.
Empedados hasta el ocote, Lucho y sus Discípulos, esperaron la advenida del nuevo año. Con chorizos, pero sin chancho, se quedaron con un solo pan. Fue ahí, que lucho, multiplicólo y diole de comer, a sus siervas y a sus siervos. Mientras, cortaban el turrón canturreando villancicos, felices y austeros, pero siempre damajuaneros, estrecharon con ahínco, las copas entre los cinco.



Amén y amén, gloria a Lucho.


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[Ya salieron las nuevas estampitas 'Yo, Lucho' 2009, pedilas en todos los quioscos de Diarios y revistas. Envíos al interior, 40% más caro. Precio sugerido, $150, aunque Lucho se reserva el derecho de cambiarlo cuando se le anotoje.]

Postaluchas Navideñas

Entre grapa y grapa, en plena cena familiar Naviluchezca, pero festejada en fecha apócrifa, empedado hasta la medula, levantóse RigobertoAbel para confesar lo inconfesable:
.
-Sí, sépanlo todos, Soy cofundador del Club de Fans de Patricia Sarán, ¿y qué?
.
Pocas palabras bastaron para que, con los ojos inyectados en sangre, el padre de RigobertoAbel, El Carlo´ Saúl, un Anti-PatriciaSaránista de la primera hora, gritóle:
.
-¡Vaderetro!, hijo de Pucha. Ite, ite lejos. Hereje, traidor. Tus elecciones paupérrimas y miserables, manchan el honor de ésta familia.
.

El silencio apoderóse del lugar y, cual ángel que pasa sin dejar rastros ni estelas, toda la familia de RigobertoAbel, asintió con la mirada, la sentencia paterna.
.
Fue así, que con un gesto certero, RigobertoAbel lo entendió todo y tuvo que largar de prepo, la novena pata de pollo que engullía con placer, para levantarse de su silla y, henchido de un orgullo desolado y damajuanero, encaminarse hacia la puerta, no sin antes manotear un par de botellas de Ananá Fizz para el camino.
.
Así fue que, exiliado de la familia, desterrado de sus tierras fértiles y natales de Villa Luzuriaga, RigobertoAbel, adentróse a la obscuridad de la noche Naviluchezca.
.
Sonaban en su memoria las palabras reticentes de su padre, El Carlo´Saul, cuando de entremedio de la negrura, aparecióse una luz.
De pronto, RigobertoAbel, estaba parado frente al resplandor más puro que jamás hubiera imaginado. Ligero de ropas, por la calor insoslayable, presentóse Lucho y díjole:
.
-Oh, Hijo mío. Comprendo tu desazón, mas debes entender que no hay mal que por bien no venga, siéntete libre de confesar ante mí, tu Señor, todos tus pecados.
.
RigobertoAbel, miróle con asombro, y espetóle:
.
Estoy harto de que mi padre juzgue mis elecciones. Qué tiene de malo preferir a Patito Feo, a Casi Angeles?...
.
Lucho, mirole y respondió:
.
Cuando salga la primera estrella, podrás pedir un deseo. Y recuerda, que la peor de las Herejías, es festejar el natalicio de un mesías apócrifo.

En ese momento, RigobertoAbel, no entendió el mensaje encriptado de nuestro, Oh Señor Lucho, y sentóse taciturno a meditar. Mientras, entrábale a la tercer Ananá Fizz, la primera estrella afloró, desde lo más hondo del obscuro cielo. Con un pedo cuasi-Mesiánico, RigobertoAbel, pidió su deseo más diáfano, y echose a roncar.
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Al despertar, vió a sus pies un arbolito navideño que iluminólo con sus intermitentes lucecillas.
Fue ahí que, RigobertoAbel, a pesar de la resaca digna de un elefante africano, recordó el deseo que habíale pedido a la primera estrella, tan solo esperaba, que su padre CarloSaul, aceptara sus gustos y lo acompañara a acampar, cuando Patricia Sarán se presenta a dar clases de gimnasia rítmica, en la "Sociedad de Fomento del Partido de la Matanza".
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Al levantarse del piso, vió que al pié arbolito navideño, había una postal que rezaba:
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Fue ahí que entendió que, por más que la verdadera Navilucha fue hace dos semanas, ese no era justificativo para perderse una partuza.
La herejía pasa por negarse al empede soberano y por resistirse a engullar como muertos di´hambre, hasta que las vela nu’ ardan.
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Entonces, el espíritu Papaluchezco, lo invadió por dentro y, en un estado hedónico, casi endroguizado, decidiose a perdonar a toda su familia.
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Desde ese día, RigobertoAbel, encabeza la RamaPapistical, del club de Fan de Patricia Sarán, de Villa Luzuriaga, mientras que su padre, Carlo´Saúl, es quien se pasea por las gradas, con una cajita transparente, para recoger el diezmo.
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Amén y Amén Gloria A Lucho.
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El último asado

Todos sabemos que para covertirse en mártir primero hay que morir. Y Lucho no es la excepción. Para promover su fe, nuestro señor Lucho tomó la decisión de morir y resucitar, y así lo hizo.
Antes de morir, Lucho mandó un sms a sus 12 apóstoles para festejar la resurrección anticipada, con una reunión que los cronistas han dado en llamar "El último asado". Las mujeres llevaban el pan, los varones el vino.

Asistieron los 12 apóstoles: Armando, Alejo, Rocío, Lucía, Mateo, Jime, Lia, Moria, Rosa, Reina, Lidia, y Tránsito.


Las crónicas cuentan que Armando, armando la mesa estaba, mientras que Alejo se alejó de Rosa, que roza la pierna de Jime y ella gime de placer, por lo que Moria se moría de celos. Mateo mateó unos amargos cebados por Lidia y Lía, que Lían y lidian con la yerba. Tránsito transitó por el sector donde reina Reina, y Lucía lucía hermosa hasta que Rocío roció su vestido con un terrible escupitajo.

A esta altura nuestro mártir estaba confundido, y fue el momento justo para transmitir al mundo su mensaje:

"Lucho, hermanos míos, es verbo, no sustantivo"

Carta de Lucho a los Feligreses

Llegara el día en que el mundo ya no sea como es. Y los ríos se abran y la mar no esté serena y cálida, cómo solía estarlo en Punta del Este, antes del corralito. Esos días serán, justamente, los que os tendrán tirados, como marmotas desahuciadas, buscando un árbol para retozar, mientras la calor os envuelva en un fuego al mejor estilo Sandro. Serán momentos duros, en los cuales, no habrá palangana que refresque vuestros piese’, no habrá cubetera suficientemente grande, que refrigere vuestro tereré. Tampoco habrá ventilador que os abanique lo suficiente.

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Días cómo estos, sin embargo, serán reveladores. Pues el mundo no se ha hecho en dos días, tampoco en siete, como las malas lenguas dicen por ahí. En verdad, me he tomado mi tiempo, -y tardé bastante más de una semanita, es que en el medio rendí finales y me tomé 20 días de estudio, me correspondían por ley, carajo.-

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El mundo ha vivido equivocado, no ha interpretado los designios que les he enviados, - es que muchos de vosotros no tenéis mi nueva dirección de mail-, es por esto que he decidido hacer pública, a través de mis más devotos fieles, la verdad de la milanesa.
La verdadera milanesa no es de soja, es de carne, y porque de carne somos, quiero que sepáis cual es la fecha real de la Navidad Luchezca.
He utilizado a mis seguidores más Fieles, para panfletear por las avenidas más importantes de la ciudad de Belén, digo, por todas las ciudades. Porque solo los seres iluminados pueden caminar por las viñas de mi camino, -Es que Edenor, descubrió que algún “incauto” hubo de hacer una conexión ilegal, Y esto muchachos tenían linternas potentes.-
Fue así, que mis devotos, han caminado día y noche, por las calles, abnegadas, de las ciudades más importantes del planeta: Ciudad Evita, Ciudad Oculta, Ciudad Ela, Ciudad de Dior, y otras ciudades, que son, claramente, epicentros de grandes poblaciones.
Porque todos y cada uno de los Ciudaluchos que habita esta tierra, tiene derecho a saber, la verdad que os he revelado.

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La Navidad no es el 25 de Diciembre, como reza el calendario Cristiano. No señores. No os dejéis engañar por falsos profetas. La Navidad, que conmemora mi nacimiento, es hoy, Oh, Hijos míos, el 10 de diciembre.
Por lo tanto, no duden en enviar vuestros regaluchos. Los recibiré, humildemente, mientras me baño en Chandon Extra-Brutt, y mastico uvas de las parras más dulces cosechadas por vosotros. Mientras, le pido a Santa Ramona, que limpie y ordene mis ropas, y que cocine un pato a la naranja, para la última cena. No os preocupéis, si pensáis que no llegáis a enviar vuestros presentes, para el día de la fecha, sobre todo si vienen desde el exterior, sabré entender lo inútiles que son los empleados aduaneros.

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Por las dudas, os paso mis tallas, a saber, peso 85 kg. Musculoso, rubiecito, colita parada y mirada profunda. Mido, entre otras alturas, 1.85 mts. Y no uso tacos, salvo cuando me pongo la túnica roja, que me queda tan bien con esos Stilettos negros. Y calzo… calzo bien. Creédme, oh, Hijos míos.

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No sigáis a las masas, os aconsejo, hacer oídos sordos a las habladurías absurdas de herejes que no entienden nada, acerca de la verdad de la milanesa, y festejan Navidad comiendo milanesa de Soja. Yo os guiaré, y os dejaré en claro cuál es el banco*, en donde podrán reposar, luego de caminar el sendero de vuestras vidas.
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Seguidme, no os defraudaré.
Solos los valientes, resisten las tentaciones de tarjetear los regalos de Navidad el 25, para que les entre la compra en Enero. Quienes no sepan entender el mensaje que os envío, serán aquellos a quienes enviaré a los ardores del averno, por debiluchos.

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Vosotros, generosos Fieles, sabéis que hay otra vida, y en aquella, les será recompensado cada uno de vuestros esfuerzos. Luchad por vuestras creencias, no os dejéis venced.

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Así habló el Señor.

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Amen, y Amen, Gloria A Lucho.

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*CBU Banco Santanderlucho 00001-9870-3456-2345-3212. O cuenta corriente en dólares Número 120-666lucho. Cuentas del exterior solo por Western Lucho. No se aceptan Luchon ticket , tarjetas de crédito, o patacones. Euros, Libras Estarlinas y Dólares serán, especialmente agradecidos, con un lugar privilegiado en la vida del más allá.
Centro de atención al Fielucho: 0800-111-29666. Atendemos de lunes a martes, de 12 a 18. Despues de esa hora no llamad, o le enviaré muchas plagas. Dejad descansar a vuestro Líder.

 

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