Pecados capitaluchos

Paseábase Lucho, una fría tarde de agosto, por el buffette de una quermés de San Vicente; pensativo puso su mano izquierda en su pera, debatiéndose si pedía un choripán o un plato de locro. Decidiose por el chori y pidiole al señor buffettero que se lo prepare con mucho chimichurri. Divisó al lado una pareja, que mientras aguardaban ser atendidos, no podían contener sus deseos carnales, y besábanse descontrolados mientras sus manos recorrían pasionalmente distintas partes de sus cuerpos. Lucho apuró el chori de un bocado, cual eruto de bebé hizo provecho y acercose a la pareja. Separóles y ante el desconcierto de ambos, dijoles:
- No permitan hermanos míos que la lujuria controle sus impulsos – y sin agregar más Lucho se alejó.
La pareja sintió pudor y comprendieron las sabías palabras luchezcas y prometieronse no caer ante la tentación de la carne.
Lucho dirigiose hasta un kiosco, compró profilácticos y se fue, como la jerga indica, de putas, porque ver a la pareja lo había excitado.

Horas más tarde, salió del cabarute con un hambre mesiánico y entró al primer bodegón que se le apareció en el camino. Un gordo, ubicado en el centro del comedor, estaba entrándole al quinto plato de fideos con abundante salsa, como si de su última cena se tratara. Lucho sentose a la mesa del gordo y díjole:

- Si estuvieras comiendo fideos nada más, y no salsa con fideos, pensaría que tienes hambre y no la gula que te está consumiendo por dentro.
Mientras Lucho alejabase, el gordo apenose de sí mismo, largó el plato y echose a llorar.
Lucho hizo un par de llamadas desde su iphone, envió algunos emails, y organizó un asado, en menos de 5 minutos, de proporciones babilónicas calculando 2 kilos y medio de carne por persona, para comer como lechón hasta que no queden ni los cartílagos y 15 litros de alcohol per cápita. Pidió una docena de empanadas árabes en el bodegón para manducar camino hacia el supermercado.

Encontrose en la puerta del super con sus comensales, cuando acabose la última empanada, y repartiole las instrucciones para que realizaran las compras.

Observó Lucho que el encargado del supermercado estaba obsesionado haciendo la cuenta del dinero en efectivo que había en la caja y que sus ojos titilaban de encanto ante el vil metal. Disimuladamente acercose al mostrador y comprobó que al encargado se le hacía agua a la boca al tener fajos de billetes en sus manos mientras susurraba repetidamente: “my precious”.
- Hijo mío – díjole Lucho – No debes permitir que el símbolo de la burguesía y el capitalismo desvíe tu mirada del mundo y que la avaricia sea tu única meta.
El encargado escuchó un “click – caja” en su mente y desprendiose de los billetes como si le estuvieran quemando las manos.
Lucho retirose del supermercado con los comensales. Llegados a su casa, Lucho hizo la cuenta de lo gastado y cobrole a cada uno de ellos un 200% más de lo que les correspondía alegando guardar el dinero para el próximo asado.

Después de pasar toda una noche y el día siguiente comiendo y bebiendo, a Lucho pintole sueño. Fue el último en terminar de comer, por lo que encontrose que todas las habitaciones de su casa estaban ocupadas por sus invitados que pernoctaban plácidamente. Intentó echar a patadas a uno que dormía en su cama, pero al comprender que su estado se debía a un coma alcohólico decidió dejarlo reposar y se fue a otra habitación. Prendió la luz y quien dormía allí abrió los ojos. Lucho díjole:

- La pereza es traicionera porque domina nuestra voluntad. No muestres flojedad. Debemos limpiar lo que hemos ensuciado.

El comensal levantose de un salto y dispúsose a limpiar todo la casa. Lucho arrojose a la cama como si hiciera un clavado en una pileta olímpica y 4 días después se desperezó. Pero no fue por voluntad propia, si no que lo despertaron los gritos de dos miembros de su orden que discutían sobre Riquelme y su participación en Boca y en la selección. Lucho ofició de árbitro, y mientras se sacaba una lagaña del ojo derecho, díjoles:

- Hermanos míos, el intercambio de ideas no debe conducir a enojos irracionales. La ira no tiene que ser partícipe en una discusión. Dejadla ir.
Avergonzados, ambos contrincantes dieronse un fuerte apretón de manos y continuaron con su diferencia de opiniones en un tono cordial.
Lucho fue hacia la cocina, abrió la heladera y descubrió con pesadumbre que no había más cerveza y, como ya sabemos, esto despertó la ira de oh Lucho, nuestro señor. Las dimensiones del cuerpo de Lucho parecían acrecentarse mientras infería insultos a diestra y siniestra. Y rompió una silla en la espalda del primero que acercose para calmarlo.

Subió a su camioneta 4x4 en busca de un almacén que le proveyera cerveza helada porque tenía que desayunar. Estacionó al lado de una camioneta que lo impactó, pero sin hacer acuse de recibo de sentimientos superficiales, focalizó su mente en la compra de cerveza. El almacenero, chismoso oficial del barrio, informabale de todo el puterío vecinal a una señora que había ido a comprar lavandina. Y Lucho escuchó como el muy chusma contaba con desprecio que el odontólogo de la otra cuadra, que había nacido en cuna de oro, y que en su vida tuvo que laburar, ahora elegido funcionario público por cuña política, casualmente habíase comprado la voluptuosa camioneta que estaba estacionada afuera.

Lucho interrumpióle la conversación al almacenero con la doña de la lavandina, y en tono pausado díjole:
- La envidia es un sentimiento negativo que opaca nuestro amor hacia el prójimo. No la sientas porque se te volverá en contra.
Y el almacenero se dio cuenta que sus pobres logros podían ser envidiados por hombres menos afortunados y que no era justo, porque se los había ganado con su esfuerzo. Él le pidió perdón a Lucho, y Lucho le pidió un cajón de cerveza helada.
Cargando el cajón de cerveza al hombro, llegó Lucho a la camioneta y no pudo evitar compararla con la lujosa y poderosa chata del odontólogo. Y pusose a mirarla más de cerca. Al divisar que la llave estaba puesta, sin pensarlo dos veces, se fue precipitadamente en la que, ahora, es su camioneta, gracias a los amigos del registro del automotor.

Volvió a su casa, llamó a uno de sus lacayos para que guarde las cervezas que quedaban, ya que en el camino se tomó 2 y decidió darse un baño. Pasó frente al espejo de la sala principal y detúvose a contemplarse unos minutos. Suspiró ante tanta belleza y al recibir la fragancia de su cuerpo recordó que iba a bañarse. Retomó el camino hacia el baño en suite de su habitación, y allí topose con Moria que estaba maquillándose, y sin miras de desocupar el baño. Lucho anoticiola de que quería bañarse, y Moria, recién llegada de viaje, y estando al tanto de la partuza de días atrás pareció no inmutarse. Pero Lucho, oh, sabio señor nuestro, comenzole a hablar de lo bien que se veía, de que no necesitaba maquillaje, que su hermosura natural era superior, y Moria, conmovida y halagada, dejole libre el baño, y despidiose con un beso.

- “La vanidad. Mi pecado favorito”– díjose Lucho y quedose ensayando poses y caras durante horas, acariciando y peinando sus dorados cabellos, hasta que finalmente se bañó.




Postaluchas Navideñas

Entre grapa y grapa, en plena cena familiar Naviluchezca, pero festejada en fecha apócrifa, empedado hasta la medula, levantóse RigobertoAbel para confesar lo inconfesable:
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-Sí, sépanlo todos, Soy cofundador del Club de Fans de Patricia Sarán, ¿y qué?
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Pocas palabras bastaron para que, con los ojos inyectados en sangre, el padre de RigobertoAbel, El Carlo´ Saúl, un Anti-PatriciaSaránista de la primera hora, gritóle:
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-¡Vaderetro!, hijo de Pucha. Ite, ite lejos. Hereje, traidor. Tus elecciones paupérrimas y miserables, manchan el honor de ésta familia.
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El silencio apoderóse del lugar y, cual ángel que pasa sin dejar rastros ni estelas, toda la familia de RigobertoAbel, asintió con la mirada, la sentencia paterna.
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Fue así, que con un gesto certero, RigobertoAbel lo entendió todo y tuvo que largar de prepo, la novena pata de pollo que engullía con placer, para levantarse de su silla y, henchido de un orgullo desolado y damajuanero, encaminarse hacia la puerta, no sin antes manotear un par de botellas de Ananá Fizz para el camino.
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Así fue que, exiliado de la familia, desterrado de sus tierras fértiles y natales de Villa Luzuriaga, RigobertoAbel, adentróse a la obscuridad de la noche Naviluchezca.
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Sonaban en su memoria las palabras reticentes de su padre, El Carlo´Saul, cuando de entremedio de la negrura, aparecióse una luz.
De pronto, RigobertoAbel, estaba parado frente al resplandor más puro que jamás hubiera imaginado. Ligero de ropas, por la calor insoslayable, presentóse Lucho y díjole:
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-Oh, Hijo mío. Comprendo tu desazón, mas debes entender que no hay mal que por bien no venga, siéntete libre de confesar ante mí, tu Señor, todos tus pecados.
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RigobertoAbel, miróle con asombro, y espetóle:
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Estoy harto de que mi padre juzgue mis elecciones. Qué tiene de malo preferir a Patito Feo, a Casi Angeles?...
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Lucho, mirole y respondió:
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Cuando salga la primera estrella, podrás pedir un deseo. Y recuerda, que la peor de las Herejías, es festejar el natalicio de un mesías apócrifo.

En ese momento, RigobertoAbel, no entendió el mensaje encriptado de nuestro, Oh Señor Lucho, y sentóse taciturno a meditar. Mientras, entrábale a la tercer Ananá Fizz, la primera estrella afloró, desde lo más hondo del obscuro cielo. Con un pedo cuasi-Mesiánico, RigobertoAbel, pidió su deseo más diáfano, y echose a roncar.
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Al despertar, vió a sus pies un arbolito navideño que iluminólo con sus intermitentes lucecillas.
Fue ahí que, RigobertoAbel, a pesar de la resaca digna de un elefante africano, recordó el deseo que habíale pedido a la primera estrella, tan solo esperaba, que su padre CarloSaul, aceptara sus gustos y lo acompañara a acampar, cuando Patricia Sarán se presenta a dar clases de gimnasia rítmica, en la "Sociedad de Fomento del Partido de la Matanza".
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Al levantarse del piso, vió que al pié arbolito navideño, había una postal que rezaba:
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Fue ahí que entendió que, por más que la verdadera Navilucha fue hace dos semanas, ese no era justificativo para perderse una partuza.
La herejía pasa por negarse al empede soberano y por resistirse a engullar como muertos di´hambre, hasta que las vela nu’ ardan.
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Entonces, el espíritu Papaluchezco, lo invadió por dentro y, en un estado hedónico, casi endroguizado, decidiose a perdonar a toda su familia.
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Desde ese día, RigobertoAbel, encabeza la RamaPapistical, del club de Fan de Patricia Sarán, de Villa Luzuriaga, mientras que su padre, Carlo´Saúl, es quien se pasea por las gradas, con una cajita transparente, para recoger el diezmo.
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Amén y Amén Gloria A Lucho.
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El último asado

Todos sabemos que para covertirse en mártir primero hay que morir. Y Lucho no es la excepción. Para promover su fe, nuestro señor Lucho tomó la decisión de morir y resucitar, y así lo hizo.
Antes de morir, Lucho mandó un sms a sus 12 apóstoles para festejar la resurrección anticipada, con una reunión que los cronistas han dado en llamar "El último asado". Las mujeres llevaban el pan, los varones el vino.

Asistieron los 12 apóstoles: Armando, Alejo, Rocío, Lucía, Mateo, Jime, Lia, Moria, Rosa, Reina, Lidia, y Tránsito.


Las crónicas cuentan que Armando, armando la mesa estaba, mientras que Alejo se alejó de Rosa, que roza la pierna de Jime y ella gime de placer, por lo que Moria se moría de celos. Mateo mateó unos amargos cebados por Lidia y Lía, que Lían y lidian con la yerba. Tránsito transitó por el sector donde reina Reina, y Lucía lucía hermosa hasta que Rocío roció su vestido con un terrible escupitajo.

A esta altura nuestro mártir estaba confundido, y fue el momento justo para transmitir al mundo su mensaje:

"Lucho, hermanos míos, es verbo, no sustantivo"

Carta de Lucho a los Feligreses

Llegara el día en que el mundo ya no sea como es. Y los ríos se abran y la mar no esté serena y cálida, cómo solía estarlo en Punta del Este, antes del corralito. Esos días serán, justamente, los que os tendrán tirados, como marmotas desahuciadas, buscando un árbol para retozar, mientras la calor os envuelva en un fuego al mejor estilo Sandro. Serán momentos duros, en los cuales, no habrá palangana que refresque vuestros piese’, no habrá cubetera suficientemente grande, que refrigere vuestro tereré. Tampoco habrá ventilador que os abanique lo suficiente.

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Días cómo estos, sin embargo, serán reveladores. Pues el mundo no se ha hecho en dos días, tampoco en siete, como las malas lenguas dicen por ahí. En verdad, me he tomado mi tiempo, -y tardé bastante más de una semanita, es que en el medio rendí finales y me tomé 20 días de estudio, me correspondían por ley, carajo.-

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El mundo ha vivido equivocado, no ha interpretado los designios que les he enviados, - es que muchos de vosotros no tenéis mi nueva dirección de mail-, es por esto que he decidido hacer pública, a través de mis más devotos fieles, la verdad de la milanesa.
La verdadera milanesa no es de soja, es de carne, y porque de carne somos, quiero que sepáis cual es la fecha real de la Navidad Luchezca.
He utilizado a mis seguidores más Fieles, para panfletear por las avenidas más importantes de la ciudad de Belén, digo, por todas las ciudades. Porque solo los seres iluminados pueden caminar por las viñas de mi camino, -Es que Edenor, descubrió que algún “incauto” hubo de hacer una conexión ilegal, Y esto muchachos tenían linternas potentes.-
Fue así, que mis devotos, han caminado día y noche, por las calles, abnegadas, de las ciudades más importantes del planeta: Ciudad Evita, Ciudad Oculta, Ciudad Ela, Ciudad de Dior, y otras ciudades, que son, claramente, epicentros de grandes poblaciones.
Porque todos y cada uno de los Ciudaluchos que habita esta tierra, tiene derecho a saber, la verdad que os he revelado.

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La Navidad no es el 25 de Diciembre, como reza el calendario Cristiano. No señores. No os dejéis engañar por falsos profetas. La Navidad, que conmemora mi nacimiento, es hoy, Oh, Hijos míos, el 10 de diciembre.
Por lo tanto, no duden en enviar vuestros regaluchos. Los recibiré, humildemente, mientras me baño en Chandon Extra-Brutt, y mastico uvas de las parras más dulces cosechadas por vosotros. Mientras, le pido a Santa Ramona, que limpie y ordene mis ropas, y que cocine un pato a la naranja, para la última cena. No os preocupéis, si pensáis que no llegáis a enviar vuestros presentes, para el día de la fecha, sobre todo si vienen desde el exterior, sabré entender lo inútiles que son los empleados aduaneros.

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Por las dudas, os paso mis tallas, a saber, peso 85 kg. Musculoso, rubiecito, colita parada y mirada profunda. Mido, entre otras alturas, 1.85 mts. Y no uso tacos, salvo cuando me pongo la túnica roja, que me queda tan bien con esos Stilettos negros. Y calzo… calzo bien. Creédme, oh, Hijos míos.

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No sigáis a las masas, os aconsejo, hacer oídos sordos a las habladurías absurdas de herejes que no entienden nada, acerca de la verdad de la milanesa, y festejan Navidad comiendo milanesa de Soja. Yo os guiaré, y os dejaré en claro cuál es el banco*, en donde podrán reposar, luego de caminar el sendero de vuestras vidas.
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Seguidme, no os defraudaré.
Solos los valientes, resisten las tentaciones de tarjetear los regalos de Navidad el 25, para que les entre la compra en Enero. Quienes no sepan entender el mensaje que os envío, serán aquellos a quienes enviaré a los ardores del averno, por debiluchos.

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Vosotros, generosos Fieles, sabéis que hay otra vida, y en aquella, les será recompensado cada uno de vuestros esfuerzos. Luchad por vuestras creencias, no os dejéis venced.

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Así habló el Señor.

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Amen, y Amen, Gloria A Lucho.

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*CBU Banco Santanderlucho 00001-9870-3456-2345-3212. O cuenta corriente en dólares Número 120-666lucho. Cuentas del exterior solo por Western Lucho. No se aceptan Luchon ticket , tarjetas de crédito, o patacones. Euros, Libras Estarlinas y Dólares serán, especialmente agradecidos, con un lugar privilegiado en la vida del más allá.
Centro de atención al Fielucho: 0800-111-29666. Atendemos de lunes a martes, de 12 a 18. Despues de esa hora no llamad, o le enviaré muchas plagas. Dejad descansar a vuestro Líder.

Lucho, su lucha con el hidro

Dispúsose Lucho a lavar la 4x4 y dirigiose a buscar la hidrolavadora que estaba guardada en el pieza del fondo. Tomola de la manija y llevola hasta el frente de la casa de 2 pisos. Enchufó la maquinola, mientras le gritó a Moria que le cebe unos amargos. Unió la manguera a la canilla, giró la perilla, presionó on y la hidrolavadora no funcionaba. Abatido por el desaire de la maldita máquina, deshaciose de ella y sin ganas de seguir luchando, le dijo a Moria que cancele los mates, balbuceo insultos y subió hacia la habitación.
El calor que hacía, el enojo y su cuerpo en movimiento, habíanle hecho sudar. Lucho levantó el brazo derecho, acercó su nariz a su axila y después de un gesto de desagrado, dirigiose al baño, acercose al hidromasajes, puso el tapón, giró las perillas de fría y caliente y echose en la cama hasta que la bañera se llenase.
Después de que Moria le gritase que no podía ser tan animal de dejar la canilla abierta y dormirse una siesta y permitir que el baño se inunde, supo Lucho que podía ir a bañarse y desnudose en el camino de la habitación hacia el baño en suit. Zambullose en el hidromasaje salpicando hacia todas direcciones. Encendió el hidro. Y nada. No había burbujas, no había masajes. Desahuciado, Lucho salióse del agua, se vistió, sin secarse, con lo primero que encontró [un vestido hindú de Moria], tomó las llaves de la camioneta, subió, arrancó y se fue como sin rumbo, en dirección a la sierras. Dejó estacionada la chata cuando ya no hubo caminos para avanzar y continuó a pie. Descubrió un arroyo fresco, más allá un manantial del cual bebió agua cristalina. Y un poco después, en medio de una montaña y abundante vegetación, vio una cascada que arremetía con fuerza su caudal. Y Lucho despojose del vestido, arrojóle hacia una orilla y obtuvo un hidromasaje natural debajo de la cascada. Cada chorro de agua que presionaba en su espalda, iba relajándolo y en su mente, que entró en el trance de la tranquilidad serrana, una idea, o por qué no, una revelación se le representó. Y Lucho supo lo que tenía que hacer. Fue así que Lucho abandonó las comodidades de la sociedad de consumo [al menos por un tiempo]. Cambió los jeans por las túnicas [comprobó que los vestidos hindúes son más cómodos pero le quedaban ridículo]. Lucho se apropió del terreno [en forma legal, por supuesto], privatizó la cascada e inauguró el primer spa con hidromasaje natural [La posada de Lucho]. Comprendió que su misión en el mundo era hacer el bien al prójimo [al que tuviera dinero para hospedarse en la posada] y que la relajación es el punto de partida del camino espiritual.
Lucho nos enseña desde ese momento que no hay que hacer el bien sin mirar a quien, porque no todos tienen la suficiente disponibilidad [económica] para encauzar su vida al mundo espiritual despojándose de sus bienes materiales y depositándolos en las arcas de nuestro guía, Lucho, para que él, sabiamente, los distribuya [en sus propiedades]. Despréndanse de sus posesiones, dejen la mala vida. Hermanos míos, no seais debiluchos.



Para reservas enviá tu mail a meduchoconlucho@gmail.com, ingresá a www.laposadadelucho.com o llamá al 0800-spa-lucho. Habitaciones con cascada en suit. Desayuno autoservice silvestre [frutos serranos y vegetación autóctona]. Luchobar [sólo bebidas alcohólicas]. La posada de Lucho realiza descuentos a estudiantes y a jubilados sólo en temporada baja. La temporada es baja a criterio de Lucho.



Carta abierta a nuestros fieles (los sobres ya no vienen como antes)

Presa, de la angustia y la desolación es que quiero, hermanos míos, dar testimonio de los graves hechos que han acontecido. Quiero hablarles de una gran revelación que he tenido y en tono de denuncia, quiero también hacer públicos los atropellos que los hermanos Lucianos hemos sufrido (emos sufridos, también) al ser difamados impunemente

La primera vez que escuché que Lucho era el Papá Noel de los líderes espirituales, y no porque fuera regordete y barbudo, sino porque no existe, lloré, desconsoladamente, tres días con sus noches. Al cuarto día, recordé que Lucho no está en realidad excedido de peso, es más bien el efecto de las holgadas túnicas. Tampoco tiene barba, no desde que hizo el último canje Gillette Divinity Edition. Recordé también (tengo tan mala memoria…) que si existe, vive en muchas ciudades del mundo a lo largo del año, pero tuve oportunidad de verlo una vez y besarle los codos. Entonces dejé de llorar. Sin embargo, no hubo consuelo para mi alma, ni nada que me hiciera olvidar la crueldad de aquellos rumores mal intencionados. Y mi vida cambió. Después de aquel breve momento de dudas supra existenciales, es que Lucho se me apareció en sueños. Me dijo, con voz de trino de cacatúas sagradas:

- No hagas caso a las palabras de envidia de lo seres poco iluminados. Mañana hablaré con Edenor, pero hoy tengo algo para decirte a ti. La senda del bien y la generosidad te han sido mostradas el día que en mi nombre nuestra congregación pagó tu fianza.

- Oh, mi Señor, nunca dejaré de agradecerte lo que por mí hiciste – le decía yo, entre sollozos.

- Ahora, es tu misión en esta vida, retribuir con tu fe, tus palabras, tus actos, y divulgar la verdad en el mundo. Defiende a tus hermanos de los injustos improperios, destierra la herejía, háblales de Fe. Si no puedes, háblales de fútbol, es casi lo mismo, pero que te oigan. – me respondió, sabiamente, mientras empezaba a levitar para retornar a los cielos.

- ¿y cómo sabré cuándo es el momento? – me apresté a preguntarle, inquieta.

- Recibirás dos señales mías, cuando las hayas visto, no dudarás más y sabrás qué hacer. Yo estaré siempre para ayudarte. Has oír la voz de los afónicos y oprimidos: limpia mi santo nombre - dijo, y finalmente se desvaneció en el cielorraso.

Cuando desperté, a los pies de la cama, había una placa de bronce avejentado que rezaba el nombre de Lucho en clarísima Century Gothic, una franela naranja, y un pomo de limpiador de metales. Supe que esa era la primera señal. Dos días pasé, sin descanso pero sin pesar, limpiando el objeto bendito que me había sido conferido. Y junto con él, mi espíritu. (Fui muy afortunada, hay a quienes Lucho se les aparece pidiendo que limpien fosas sépticas) Y si Daniel San comprendió el significado de la vida después de encerar-pulir, créanme hermanos, que yo he aprendido.

A día siguiente, la segunda señal vino a mí, entre las góndolas de productos de limpieza de un supermercado, más precisamente. Escuché, parapetada detrás de los escobillones, a un grupo de señoras comentar las noticias del día anterior. Ellas parloteaban impunemente contra Lucho, mencionando una supuesta cámara oculta que dicen haberle hecho a nuestro líder en ocasión del pago de coimas a un Juez de la Nación (un actor cómplice de esta sucia campaña de desprestigio). Mientras eso pasaba, estando ya al borde del llanto, una franela naranja, voló sobre mi cabeza. Desde las alturas hacia mis pies. La segunda señal había llegado. Y hube de actuar.

Muñida de un palo de escobillón que apenas pude manotear (empuñándolo con firmeza cual lanza luciana, y con la convicción de mi fe, que me hizo rememorar los pasajes de la Batalla de Escobia del año 23 D.L.), les grité toda La Verdad a los presentes, señoras incluidas: Sépanlo, no es cierto que nuestro Señor subvenciona con el diezmo de los fieles sus negocios en la triple frontera, tampoco recluta travestis para perpetrar atentados explosivos en los baños de los aeropuertos (ambos baños a la vez sufriendo sola una baja eventual). No es verdad que su rubia y centelleante cabellera, símbolo de pureza y celestial deslumbramiento, sea consecuencia del tono 12/7 de Koleston Special Blonde; ni que tenga el mal hábito de sonarse los mocos con la sotana; ni que los fondos para la construcción de la sede para retiros espirituales provengan de la reventa de entradas en la cancha de Boca. Es categóricamente falso que la existencia de Lucho es un código binario, sus apariciones son hologramas en 3d, y sus textos sagrados, palabrerías de un grupo de desquiciados que un día, abrieron un blog. ¡Herejes, infames envidiosos! ¡Porca Miseria!



Yo, Lucho.
Pero la lucha es desigual ante las corporaciones que impulsan estas patrañas: los medios masivos de comunicación, grupo Clarín, Wordpress, Yahoo, Centella Queen, entre otras. La furia de Lucho caerá sobre ustedes (créanme, eso es grave, conoce a gente de la side) si se niegan a escuchar con sabiduría y a distinguir la verdad de las habladurías. Abran sus almas, y comprenderán todo. Él me pidió transmitir su mensaje, me eligió a mí para iniciar esta batalla y no puedo evadir esta responsabilidad. Él habla con la Verdad, es un ser misericordioso que merece nuestra entrega. Dijo que me ayudaría y así fue. Así fue que pagó la segunda fianza para salvarme, después de ese confuso episodio de las muertes en el supermercado, apuñalamiento con escobillones, asfixia con franelas, y el engaño periodístico posterior destinado a difamarnos en una carrera sin fin hacia el infierno.

El periodismo, con Santo Biasatti como cara visible, no dejará que la verdad se sepa. Santo (envidioso porque ante Lucho, su nombre pierde todo significado) es un ser oscuro que odia a nuestro Señor con todas sus fuerzas. Eso venía a decirles, pero me gustan las historias largas, no le crean nada a las noticias. No se dejen engañar por la televisión. Recuerden, tenemos canal propio: Lucho TV*. 'A palabras necias, oídos sordos. A grandes mentiras, televisión verdad'.

Siempre recuerden, Lucho Te Ve, hasta en el baño. Amén(lo mucho).Y abónense, eh...




* Disponible en señales de cable para toda Latinoamérica, canal 666 de televisión satelital, canal 0 para proveedores de cable local. Abono Premium: programación 24 hs + cero gastos de instalación + la palangana de Lucho, réplica exacta de la de la original, de regalo para los primeros 30 fieles que llamen al 0-800-luchoteve. Señal directa desde los cielos a todos los puntos del país, sin interferencias ni cortes por tormenta. Retransmisión de Celeste siempre Celeste, Carrusel y Aunque usted lo no crea. Abono base: programación compartida con el canal de Gran Hermano. Abono plebe: programación solo a partir de las 04.30 hasta las 8.00. Precio del abono, sujeto a la voluntad de Lucho.

carta del mártir lucho a los bolivianenses de corinto

hermanos:

se vienen tiempos difíciles como la tabla del nueve. escríboles desde el rincón más oscuro y miserable de mi penthouse para hacerles saber que los acompaño en cuerpo y alma. bueno, es un decir. claro está que ni en mi más profundo estado de alucinación etílica iría a acompañarlos en cuerpo, porque ya sabemos que ustedes ingieren alimentos preparados por el mismísimo belcebú y que después sudan con un olor a gato muerto que voltearía al increíble hulk en persona apersonada.

decíales, hermanos, que mirando mis bolas cristálidas puedo predecir que grandes males están agazapados ahí -sí, justo atrás de ese montículo de bombachas tamaño carpa que vende aquella desacatada-, esperando el momento propicio para hacer de sus vidas el más terrible de los infiernos. no temáis, vosotros ustedes, bolivianenses de corinto, que lucho aprieta pero no ahorca [léase: no afloja], así que les hago una promoción verano-teclavolasombrilla, solamente porque soy más bueno que lassie, el dulce de leche y la madre teresa todos juntos haciendo trencito en el carnaval carioca.

la cosa es más o menos así: si ustedes pretenden que los males no los azoten, si pretenden hacerle fuchifuchi al apocalipsis que los espera ahí nomás, sólo deben seguir mi palabra al pie de la letra. a cambio [y acá se viene la superpromo] deben entregarme a diez de sus mejores hombres y a cinco de sus mejores mujeres [en lo posible, que estas últimas no tengan bigote, ni vello en la oreja. gracias]. no temáis por sus hermanos, estarán muy bien cuidados en el nuevo emprendimiento luchístico, sito en en el sacrosanto santuario de once. una magnánima tarea los espera: ellos confeccionaran con prisa, sin pausa y a latigazo limpio, las remeras que vestirán todos los que han decidido seguirme detrás de mí mismo. serán alimentados con el maná que les caiga del cielo [hay unos tachos de alimento raza que se vaciarán una vez por día sobre sus cabezas] y serán conducidos por el mismísmo morfeo [que era patovica en escombro bailable pero que se ha unido a la causa recientemente, justo cuando fugose del penal de olmos] a dormir sobre sus propios deshechos ahí mismo, en el lugar en el que cumplirán su misión celestial. como verán, hermanos, les ofrezco una verdadera ganga: se evitan el apocalipsis y capaz que hasta les toca alguna remera de segunda selección y todo.

esperando que su respuesta sea satisfactoria, despídome de ustedes con fervor y excitación, puesto que en este mismo momento estoy babeándome como perro con dos colas al pensar cómo crecerá nuestra reino en la tierra. ustedes pueden ser parte de ello, piensenlón bien. cuando lucho se eleve por sobre los otros pelagatos, siempre va a ser mejor estar prendido de un cacho de su vestidura que ser dejado a la buena de ese otro dios que se hace medio el sota mientras sus súbditos directos le meten mano de lleno a cuanto pendejo se cruce por ahí.

invocando la protección de mí mismo, fuente de toda [sin]razón e [in]justicia, voyme ya a tomar unos matienzos a la sombra de la parra.

chau chau chaaauuuuuuu

lucho

 

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