Luchando por un Sueño

Encontrábase adormilado, Donfrancisco, cuándo como en un sueño aparecióle, con voz tibia y excitante, un enviado Divino, el Enano de los grosso. Y vestido con una túnica que cubríale ampliamente los pies, espetóle:

-“Oh, hermano mío, el camino que has recorrido, no ha sido el que Lucho ha diseñado para ti. Ahora levántate y anda. Aún debes descubrir tu verdadero sendero. Elévate, cómo he hecho yo, y encuentra tu vocación en la gran viña del Señor Lucho. La vida te tiene preparada una enorme sorpresa, ve y encuéntrala, agárrala y no la sueltes, entrégate al disfrute, te lo mereces”.-
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Donfrancisco, despertose exaltado, y - un tanto excitado-, por la vehemencia del Enano que hablole con tanta autoridad y sabiduría.
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Fue entonces que levantose de su siesta, -que llevaba ya 3 días-, y decidiose a ir por lo que habíanle revelado: su verdadera misión en este mundo.

Caminó por calles de tierra, por arduos senderos obscuros, caminó por bosques y ríos, hasta que por fin llegó a Plaza Miserere. Era una plaza gigante que cruzose en su camino. Fue ahí, en donde la tentación apareciose en su vida.
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Donfrancisco, que llevaba años sin incurrir en los pecados de la carne, vióse tentado por un choripan y una coca. Pagóle al choripanero, y prosiguió con su caminata.
Recorrió la enorme plaza, cuando de pronto, de debajo de la tierra un malon de gente, sorprendiolo. Pues eran las 6 de la tarde y el subte no estaba de paro.

Donfrancisco, escondiose detrás de unos arbustos, esperando a que aquel malón, terminara de transitar. Cuando de pronto de entre los tachos de basura, apareciose una mujer, llamativa y muy alta, que díjole:
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-Hola Papi, ¿estás esperando el colectivo? ¿querés que nos vamos pa’ algún telo de por acá? Conozco uno buenísimo, $15 la hora.- ¿Te va?.- La mujer callóse y levantose la ínfima tela que cubría sus partes.
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DonFrancisco, recordó lo que el Enano enseñóle en el sueño, y pensó:
-Nunca he conocido los placeres de la carne, tal vez el Enano, tenga razón, y deba entregarme a lo que la vida me guarda.
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Sin vacilar, DonFrancisco, preguntóle a la mujer su nombre:

-Me llamo Lucio, díjole. -

El viejo, miróla meditabundo y respondióle,
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-pero que nombre más bello.- Tiene un parecido con el de mi Señor, Lucho, esa debe ser otra señal divina. Llévame dónde quieras, entrégome a la vida, y acepto lo que de ella venga.
Dos horas más tarde, Donfrancisco, volvió a la plaza con una sonrisa de oreja a oreja, y mientras rezaba un padre nuestro, agradeciole al Señor Lucho por haberle enviado al Enano con tal revelador consejo. Más cuando se acercaba a la esquina, un ser luminoso apareciose con misteriosa aura, y hablóle:
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-¿Vos sos Donfrancisco?
-sí, respondiole.-

-Bueno, entonce´vení que tengo un mensaje de los angele´ de Charly pa´vo´…
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De pronto, de entre los puestos de chipá, aparecieronse 20 hermanos, con palos y piedras. Mientras lo cascoteaban, al grito de viejo-traga-bala, Donfrancisco, preguntóse:
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-Oh, Señor mío, cómo permites que éstos bárbaros, me castiguen de ésta manera. ¿Acaso no estás conmigo?.-
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Del cielo un relámpago calló en medio de la plaza. Los 20 hermanos apedreadores, echáronse a correr. Donfrancisco quedose tirado en el pasto y cuando levantó los ojos, violo a El:
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-Donfrancisco, te he enviado un mensaje en tus sueños, mas has comprendido mal, cuando el Enano díjote que debías de cambiar el rumbo refirióse, justamente, a que debías evitar las tentaciones de la carne. Has pecado con el choripan. Y más luego has vuelto a pecar, comiéndote un travesaño. ¿Acaso aún no entiendes de qué se trata la vida?.
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Donfrancisco, mirólo desde el suelo, y díjole:
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-Oh, mi señor, te pido perdón, es que Lucio, el travesaño, tenía flor de caño. ¿Cómo puedo negarme a tal enorme invitación?. Si tu lo hubieras visto, hubiérate seducido, como la serpiente a Eva.
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Más nuestro señor gritóle con terrible furia:
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-No puedes compararte conmigo, yo soy quien envía Enanos a tus sueños, y quien marca los pasos de tu destino. Si alguna vez, decido comerme un trava, al menos, será uno de Cocodrilo.
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Donfrancisco, reconoció su error, y echose a llorar. Mientras lucho le secaba las lágrimas, díjole:
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Oh, hijo mío. Estas perdonado. Ahora levántate, agárrame-la (con la) mano.
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Y así, Donfrancisco, obedecióle como pocos fieles lo hubieran hecho.
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Ahora es bailarín de caño en Hipopótamo, y gracias a la revelación divina, participa como coach de Bailando por un Miembro, digo, por un Sueño.
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Así habló Lucho.-
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Amén.

Lucho dice...

Ocurrió en el año 26 d.L que encontrábase Bautista en la calle desdesperado, desconectado de la realidad y parándose frente a dos indigentes, y tomando a uno de ellos de los hombros con fuerza, en silencio, miró a sus ojos fijamente, y díjole: "necesito un barcito con guai-fai", después lo soltó, y el hombre indicole el camino hacia el bar, mientras el otro arrebatábale la billetera de su bolsillo.
Bautista agradeció y se fue sin decir adiós.

Llegó al bar y pidió una cerveza con Fanta y un pebete de salame. Desplegó su flamante laptop sobre la mesa y abrió el mesinsher. Para su sorpresa, un cartelito informaba acerca de un nuevo contacto:


Era nuestro mártir y Bautista hizo click en aceptar:


Lucho dice: Hola!
//Lucho te ha enviado un zumbido//

Bautista dice: Quién sos?

Lucho dice: Soy el que creo ser, no el que quiero ser.
//Lucho te ha enviado un zumbido//

Bautista dice: Pelotudo. De qué me estás hablando? y no me mandes más zumbidos la puta que te parió!

Lucho dice: Tenés fotos tuyas?
//* Lucho te está invitando a iniciar el envío de imágenes de la cámara Web. ¿Deseas Aceptar (Alt+W) o Rechazar (Alt+X) la invitación?//

Bautista dice: Qué me ponés la camarita gil? sos puto? te la comés doblada, o subtitulada al castellano?

Lucho dice: El sexo es la mejor manera de acabar una amistad.

Bautista dice: Dejá de hablarme así forro ¿a quién le robaste esas frasecitas? estás en pedo?

Lucho dice: El beber es el placer, y el pagar es el pesar.
//Lucho te ha enviado un zumbido//

Bautista dice: por qué no te vas a mandarle zumbidos a tu hermana?
//Bautista aparece como no conectado//


Enfurecido, Bautista cerró violentamente su laptop, terminó el pebete y diole un trago a la cerveza (la Fanta estaba caliente).
Llamó al mozo, pidiole la cuenta y buscó su billetera para pagar. Esa billetera que, como ya dijimos, había sido robada por los indigentes, ya no estaba en sus bolsillos.
Bautista recordó la última frase que Lucho (nuestro Señor) escribió en el chat: "El beber es el placer, y el pagar es el pesar".

Sin dudarlo, Bautista bajó la cabeza, pidió otra Fanta (esta vez bien fría), prendió nuevamente su laptop, y esperanzado abrió el mesinsher, buscó a Lucho entre sus contactos, dió doble click:

Bautista dice: Hola!
//Bautista te ha enviado un zumbido//

Lucho conmigo

Encontrábase compungida, caminando por la calle cabizbaja y meditabunda, sumergida en sus cavilaciones y echóse a llorar desconsolada, dejándose caer de rodillas.
Los primeros rayos de sol asomaban en el horizonte, irradiando una luz de tonos amarillentos y rojizos. Cegada por un destello que dióle en la cara, Claudina apenas distinguió la silueta de un hombre que atravesaba el desolado páramo. Él acercóse cautelosamente, y díjole:
- ¿Por qué estás despechada?
- Oh, extraño ser, ¿Cómo puedes compendrer la causa de mi tormento? - preguntóle Claudina.
- No conozco el motivo de tu pena, me refería a tu escote. ¿No tienes frío?

Lucho se presentó y ayudóle a incorporarse. Comenzaron a caminar con un ritmo pausado y entre sollozos Claudina fue contándole que desde que su amor habíale abandonado, no sabía que hacer consigo, que sus pensamientos y sentimientos enfrentábanse en batallas internas constantes. Que su vida era un eterna duda.
- No se si convertirme en flogger o volverme emo - díjole Claudina con la mirada perdida en dirección al suelo.
Lucho mordió su labio inferior para contener los improperios que su mente quería dejar escapar, y sujetóle lo cabellos a Claudina, y sin que ella pudiera siquiera pensar en lo que sucedería, arráncole con furia, por mechones, todos sus pelos.
- Ahora que estás calva hija mía, no tendrás más esas ideas locas, y no podrás, aunque quisieras, ser un miembro de tribus urbanas retorcidas, porque no tienes cabellos para peinarte - díjole con sabiduría Lucho. Y guardóse los cabellos en su gastado morral Prune, pensando cuánto podría cobrar si lo vendía para extensiones.
Claudina sintió que ya no estaba poseída por pensamientos superficiales, y agradecióle a Lucho, abrazóle, ofreciéndole serle fiel siempre.
- Sólo quisiera terminar con la pena - díjole Claudina y arrodillóse ante él. Lucho tomóla de la mano, y díjole:
- Tienes que acabar con tu guerra interna. No es bueno que un ser bello pene - y las dos últimas palabras hicieron eco en la corrompida mente de Claudina. Lucho sintió que una gota cayó en su pie, y preguntóle.
- ¿Estás llorando?
- No, es baba - contestóle Claudina mientras pasaba su mano por la comisura de sus labios para secarse.
Claudina miró hacia arriba y se detuvo en sus ojos.
- Véome reflajada en tu mirada. Tus ojos son espejos.
- Criatura mía, son los lentes de sol, recién vengo de la creamfields.
Claudina suspiró y tomándo coraje díjole:
- Ya no quiero estar sola. Ya no quiero pelear más conmigo misma.
- Ya no estás sola - díjole Lucho - Yo siempre estaré contigo, aunque no esté en cuerpo presente.
Y Claudina tuvo su revelación y díjose a si misma:
- Ya no lucho conmigo. Ahora está Lucho conmigo.
Y ambos adentráronse a los bosques de Palermo.

La ira

Retozando cuál manatí drogado, echóse Maria Palmira en los pastos, y mientras disfrutaba de un aire primaveral, entrábale a unos Bizcochos de grasa, cebándose unos mates con cascaritas de naranja seca.

De pronto, el cielo ennegrecióse, y con esplendorosos estruendos, las nubes juntáronse sobre su cabeza. La mañana, cálida de Villa Retiro, se tornó en un eléctrico tronar de trompetas, que con sonidos ensordecedores, encaminaron a Palmira a reflexionar acerca de la vida.
Preguntóse, a sí misma: ¿Hube de colgar la ropa?, ¿Hube de descolgarla más luego?.
Más los bizcochitos de grasa, cumplieron su cometido, interrumpiendo intempestivamente su profundo cavilar.
Palmira debióse rajar hacia el baño mas cercano, sin posibilidad alguna de repasar sus pensamientos.

Cuando de entremedio de la maleza, una luz, enceguecióla, dejándola paralizada.
Altivo y sonrojado, sorprendióla Lucho, portando uno de los pedos Biblicos más solemnes de los que jamás, Palmira hubiere conocido.
Y con su voz contemplativa, Lucho, revelóle una de las verdades mas verdaderas de la vida, mas o menos así:
“Soy la luz que os hará libres”, Más deberás entregarte con misericordia absoluta, a los ardores de mi carne, no sin antes cebarme unos matienzos, pero para mí sin azúcar, por qué estoy flojo de vientre.
Palmira, obedecióle con rigurosa voluntad. Mas a la media hora, el termo, quedóse casi sin agua, fue allí que nuestro Señor, díjole:
Enfríose el agua, que nos ha dado de beber". Y hartóme de entrarle a los Don Satur, porque más luego paso del vientre flojo, al vientre afligido y taponado.
Ordénote, me entregues tu diezmo y de una corridita, llenes unos galones con el combustible Divino de las antiguas Deidades: "Cerveza”.
Palmira mirólo, y con pesar en su ojos contestóle:
"Muchas veces te he invocado, oh, Señor Lucho, mas nunca has respondido a mis plegarias. ¿Por qué habría yo de darte, entonces, mi diezmo para un galón de cerveza fresca y recién tirada?".

Palmira envalentonóse, y díjole con sobrada ira:
“Ni en pedo te doy $3 pesos, para comprar una Quilmes, es más, tu Reino de mierda puede irse literalmente al carajo. Ojalá se te caiga de cuajo, el maldito templo que tus devotos han levantado. Y que de entre los escombros, iracundos, salgan tus fieles, a cagarte, oportunamente a patadas. Cómo sigas rascándonos el mango, vas a terminar empalado en el medio de la estación Constitución, por demagogo, rata y autoritario”.

La furia de Lucho, despertóse con la tormenta, que tan solo habíase amedrentado. De entre los yuyos, abrióse una una zanja, y tragóse a Maria Palmira, con termo y todo.

Esa fue la última vez que otros fieles, supieron de ella.

Más toda esta historia déjanos una morajela:
“El control de la ira es necesario, cuando Lucho se pone a demandarnos. Una respuesta negativa despierta, la ira de los Dioses, y a la mierda.”.

Así habló lucho.-


parabolucho estrambótico con moralejas de sopetón

estaba lucho, nuestro mártir no autoflagelante, remojándose las patas en una palangana para conjurar los efectos nocivos del calor recalcitrante. ocupado en tan compleja tarea, así, medio como quien no quiere la cosa, le pegó un trance de novela, que lo dejó con los ojitos en blanco y la capocha dando vueltas cual versión masculina y autóctona de linda blair en el exorcista. menos mal que estaba solo, porque si alguien lo hubiera visto en vivo y en directo, hubiera sufrido un julepe de esos que te ponen el pelo blanco de inmediato y te dejan babeándote y diciendo boludeces sólo comparables a las rimas del gatienzo franchese. en fin.

estos estados de trance, iluminaciones profanas o visiones luchísticas son muy comunes en la vida de nuestro guía espiritual, así que más vale que nos vayamos acostumbrando. aparentemente, con las patas aún en remojo, lucho se las ingenió para registrar el producto alumbrado en este trance, porque sabía que, cuando se le pasara, no se iba a acordar nada de nada. el documento, que se conserva embalsamado en la biblioteca del santuario luchístico ilustrado, consiste en un trozo de caja de cartón, en el que de puño y letra del mismísimo lucho, se han consignado las máximas que reproducimos a continuación, para gozo, regocijo y bienestar de quienes ya son sus discípulos y de quienes no siéndolo todavía, queden emebelesados con su figura y decidan colaborar con el sustento de este blog [sólo en efectivo; no se aceptan tarjetas de crédito ni cheques de viajero. gracias.].

entre manchas de grasa [cuyas formas están siendo estudiadas por científicos de la universidad del gran pendorcho, puesto que muchos fieles han visto en ellas mensajes divinos encarnados en patos de hule, sandalias franciscanas e imágenes del propio lucho en persona], el trance n°435 nos ha dejado las siguientes moralejas de sopetón:

"nunca te rasques las orejas en público, puesto que el cerumen es la encarnación del demonio y siempre tiende a salirse para afuera cuando no tenés pañuelito ni posibilidades de disimular."

"no hagas como el cuervo: deja a los tuyos a su propia suerte. no se beneficiarán pero, por lo menos, no te arrancarán los ojos."

"al lucho lo que es del lucho y vox populi, vox luchei"

"el gran secreto y misterio de la vida es [laguna en el manuscrito. los estudiosos consideran que lucho mojó sin querer el texto haciendo alarde de sus patas mojadas] porque a la final es lo mismo"

"dejá para mañana lo que puedas hacer hoy, si total, no puede importar menos lo que hagas. ¿qué te creés que sos? ¿el futuro premio nobel de medicina? hacé el favor..."

"el sonido del mar puede reproducirse casi casi igualito in situ si te ponés un vaso en la oreja, piscuí"

así habló lucho. agradezcan, mierdas, y dejen de preguntar qué quiso decir. si ustedes son bobitos, no es culpa de lucho, ¿estamos? cuando estén listos para abrir su alma desprejuicidamente a él, lo entenderán todo. y ahora rajen ya mismo de acá, que se me llena el antro de chusma.

o reee mooosss

Lucho por ser feliz

Sucedió en el octavo día del mes décimo del año 2008, estando Antonia en medio de la multitud, junto al mar, que fueron abiertos los cielos, y vió a Lucho.
Allí puso sobre ella su mano, la forma de su cara no era la de un hombre, era la de un ser iluminado (quizás porque estaba muy fuerte el sol).
Él vestía una túnica celeste marca Lacoste y sandalias franciscanas que usaba con medias, medias rojas rayadas con un agujerito en el dedo gordo, su pelo se confundía con el color dorado de la arena.
Dijo Lucho, dirigiéndose a ella, con esa voz de la que sólo ángeles son dignos "levántate, vete a aquellos arbustos y hablaré contigo", ella no preguntó las razones, ella estaba hechizada con la luz azul que sus ojos irradiaban, y se dirigió a los arbustos ciegamente, tropezando ciegamente y cayendo ciegamente hasta abrir los ojos y volver a ser encandilada por Lucho, ahora encima de ella.
Entonces Lucho entró en su espíritu y la puso... puso a Antonia sobre sus pies y le habló diciendo:
"Todos tenemos el derecho de luchar por nuestra felicidad"
A lo que Antonia respondió "yo lucho"
y Él concluyó "Yo, también".

Concepto Lucho


Ningun ser humano debería decirse vivo sin haber conocido antes el concepto de Lucho.


Para quienes tenemos el inmenso honor de conocerle, es menester hacer que la verdad se sepa. Lucho es el yin del yang Mentor de ésta, la secta maldita (?). Congregados por primera vez en Córdoba, como parte del reclutamiento necesario, venimos aquí a dar testimonio de la existencia de una deidad suprema, encarnada momentáneamente en la persona Lucho, pero que es mucho más. Mucho mucho más...

Oh, ojalá lograran comprenderlo!

Sean bienvenidos, hermanos.
El concepto Lucho les será desde ahora, revelado.
Buena vida.

 

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