Los Expedientes Secretos XXX

Encontrábase Lucho, meditando en tanto intentaba darse un baño reparador en el hidromasaje natural de su posada, rogando que la lluvia llegara porque la cascada no le hacía ni cosquillas, decidiose por emprender otro proyecto, ya que a causa de la sequía los clientes no iban.
Subiose a su camioneta 4x4 y dirigiose al cerro Uritorco, siguiendo un llamado interno que lo guiaba hacia esos parajes remotos. Anochecía en el momento en que adentróse en los montes, abriéndose camino machete en mano, iluminando con una linterna su andar. Llevaba una mochila al hombro con sus cosas más valiosas: el libro de cabecera y un juego de magia que se había birlado comprado hace poco. Súbitamente la linterna, con pilas recién recargadas, apagose, para el susto de Lucho. Maldijo en voz baja, mientras sacaba su juego de magia. Tomó una varita y dijo “Lumus”. Pero nada pasó. “Maldito Harry Potter”, pensó. “Hágase la luz”, gritó a los cielos, y la linterna encendiose. Y apagose. Y encendiose otra vez. Y apagose luego. Intermitentemente. Hasta que quedose prendida y Lucho pudo avanzar hasta la cima, convencido de que su magia había resultado. Tirose en el pasto y cerró los ojos. Cuando los abrió, estupefacto descubrió que no estaba solo. Unos seres extraños y verdosos lo rodeaban. Lucho incorporose y díjoles: “les traigo paz”, y manoteó la mochila para sacar el sombrero de mago, rogando que le saliese el truco de la paloma blanca. Concentrose, y apuntando la varita al sombrero lanzó un “avada kedavra” y el sombrero explotó. ¡Maldita J.K.!, me confundí otra vez, ¡cómo le va a poner a un hechizo mortal un nombre tan parecido al inofensivo abracadabra!, será de Lucho – rezongaba Lucho ante la mirada atónita de los alienígenas. Uno de los seres verdes, impacientemente díjole:
- No buscamos paz, queremos sus expedientes secretos.
Lucho vaciló un momento. ¿Cómo sabían estos seres que él había acumulado información durante años y recopilado datos a fuerza de incalculables coimas esfuerzos, que conocía la verdad sobre la muerte de Jimmy Hoffa, la conspiración para la muerte de J.F. Kennedy, la desaparición de los Mayas, quién se robó las manos de Perón [y por qué había llegado una a su casa], el celular de Yabrán y su paradero actual, y otros misterios? Con su mejor cara de pánfilo, hízose el desentendido:
- ¿De qué estás hablando, Willis? ¿Te puedo llamar Willis?
- Hablo de sus expendientes, esos que tiene escondidos debajo del falso fondo de su baúl de recuerdos.
- Aaaaaaah, esos expedientes. Uff. Pensé que me preguntabas por los X. ¿Y los XXX para qué los querés, picarón? – pregúntole aliviado Lucho, a la vez que guiñabale un ojo. ¿Y cómo me encontraron? – agregó.
- Telepáticamente lo trajimos hasta aquí. Intentamos comunicarnos con su celular cuando estábamos por aterrizar la nave nodriza, para decirle que nos espere, porque nos comimos un bache interestelar, pero usted no tenía señal. Luego le enviamos un mensaje en código morse a través de su linterna para ponerlo sobre aviso.
- ¿Código qué? ¿Están escribiendo la secuela del Código Lucho? Eso lo hablan con Dan. Lo que no entiendo aun es cómo saben de mis expedientes secretos xxx, ¿eh?
- Recibimos información de su planeta, pero al principio sólo pudimos decodificar un canal de televisión y era todo lo que pudimos aprender de ustedes durante muchos años.
- ¿No será TN, no? Sería muy mala suerte.
- Venus. Fascinante cultura, pero nos costó mucho aprender el idioma porque no son muy comunicativos. Aunque usted habla bastante – díjole sorprendido Willis.
- Si vinieron a buscarme porque tengo un decodificador trucho para Venus, se los doy muchachos, pero no me corten el cable.
- Queremos sus expendientes. Pudimos captar precariamente la señal de Lucho Te Ve y al conocer de su grandeza quisimos hacer contacto,  entonces logramos entrar a su computadora y comprobar que usted también tiene cantidad de documentales como los que trasmite Venus, pero con una calidad menor, artesanal. Usted es un poeta. Usted es nuestro Guía. Queremos eso que esconde de los ojos de Moria, eso que llama su colección de revistas porno. Queremos los afiches que guarda de Jésica Cirio.
- Je, "documentales". Si se entera Moria me mata, Willis, así que chitón boca ¿estamos? Ok, verdolaga, negociemos. Vos me dejas algo del espacio exterior, alguna tecnología para vender investigar, no le dicen ni una palabra a Moria, y yo te doy todos mis expedientes secretos xxx, los videítos caseros, más los que filmé clandestinamente con consentimiento, en el telo que alguna vez tuve, y de yapa te doy un póster despegable de la chicholina, que es una reliquia.
Los alienígenas sedientos de porno hicieron trato con Lucho, nuestro señor, actual embajador del Planeta Tierra con la primera comunidad alienígena que hizo contacto con nosotros.
Finalmente Lucho abandonó su sueño dorado de ser el nuevo David Copperfield, porque Lucho no hace magia, Lucho obra milagros [necio aquel que piensa que intercambiar oro por baratijas con una civilización superior no es un milagro].

Alabado sea Lucho. Amén y gloria a Lucho.

5 testimonios:

Gaby Cuenteando dijo...

PRIIIIIIIIIIIIIIII

Alabado sea Lucho

Gaby Cuenteando dijo...

Así que Lucho junta porno, jejejeje, qué diría Moria si se enterara!

Nosotros por nuestra parte, jamás diremos nada.

Alabado sea Lucho, paz en la Tierra y Gloria a nuestro señor Lucho.

Amen.

Yoni Bigud dijo...

El porno es ciencia en manos de Lucho.

Amén.

Sweet carolain dijo...

ajajaja genial lucho, sos un grosso, por eso te alabamos, oh lucho, oh. :D

Cecil dijo...

yo sabía que Lucho nos iba a salvar a todos [?]

no sólo es mártir sino que además es embajador... es incansable nuestro señor

o reee moooooos


luchén

 

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